La Fiscalía ha pedido tres años de prisión para el dueño de la finca de Totalán (Málaga) donde murió el pequeño Julen, el niño de dos años que cayó a un pozo de gran profundidad y cuyo cuerpo fue rescatado 13 días después, al considerar que los hechos son consecutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave. El Ministerio Público pide la apertura de juicio oral contra David Serrano, dueño de la finca; e incide en que "no había señalizado ni advertido" de la presencia de la prospección y "era el único conocedor" de la existencia del pozo.