La Policía Nacional de Pontevedra busca a más víctimas de los ladrones que doblegaban a sus víctimas mediante sumisión química, es decir, después de drogarlas en las citas que mantenían con ellas tras quedar a través de una conocida red social de contactos. Una vez anulada su voluntad, las llevaban a sus domicilios y los desvalijaban.

De hecho, según explicó ayer el responsable de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría de Pontevedra, Diego Amaya, ya ha aparecido una quinta víctima en la provincia de Ourense, concretamente en Xinzo de Limia, que se suma a las ya conocidas de Vigo, Pontevedra (con dos casos) y Santiago de Compostela.

Todas las víctimas varones

Los dos supuestos autores residían en la ciudad olívica y que ya se encuentran en prisión desde la semana pasada por orden del juzgado que instruye la causa. Se trata de un ciudadano de origen colombiano y otro español de 42 años de edad. Las cinco víctimas de estos hechos, por ahora, son todos varones.

La razón por la que la Policía concluye que todavía hay más víctimas que no han denunciado su caso es por la gran cantidad de efectos que creen que pueden haber sido robados y que fueron recuperados en la vivienda de los sospechosos en Vigo. Una vez devueltos los efectos a las víctimas ya conocidas, queda un importante número de artículos cuyo origen se desconoce.

Además, se cree que las víctimas podrían mostrarse reacias a denunciar los hechos por "vergüenza" a explicar lo sucedido a sus familiares, al haber quedado con los ladrones a través de esta red social de contactos. El jefe de la Policía Judicial de la Comisaría, Diego Amaya, animó a las víctimas de este tipo de casos a que denuncien y les garantizó "una total discreción".

En este sentido, Amaya hizo también un llamamiento a un "uso responsable" de las redes sociales al señalar que es conveniente obtener una serie de información de las personas con las que se queda en este tipo de citas, como "un número de teléfono o incluso hacerse una foto con esa persona" con el objetivo de contar con algún hilo del que tirar si ocurre algo.