La red de falsos alquileres de pisos por Internet destapada en Vigo sustraía documentos en los buzones de personas que cambiaban de domicilio y no se lo comunicaban a su banco. Una vez con los datos llamaban a la entidad y decían que no habían recibido las comunicaciones y solicitaban una nueva tarjeta. Así, facilitaban a sus víctimas la cuenta de estas personas para que hicieran los ingresos por la señal del alquiler, e inmediatamente retiraban el importe en un cajero. Los afectados creían que era un error del banco, que primero les cargaba un ingreso y después se lo retiraba y por eso no denunciaban. Las cuentas se manejaban desde Barcelona.

De momento hay dos investigados, uno en Barakaldo, que compareció ayer por videoconferencia y se negó a declarar. En su cuenta se hicieron ingresos de 600, 3.000 y 800 euros que habría retirado él mismo. El otro investigado, de Zaragoza, asegura ser una víctima del grupo. En su caso, que cambió de domicilio, apunta que se hicieron con sus datos pero no pudieron ingresarle los 600 euros porque la entidad no aceptó el ingreso.

Un vigués, víctima de los estafadores, fue quien denunció. Alquiló un piso que se anunciaba en Airbnb y transfirió 600 euros de señal y otros 600 por un seguro de alquiler. Cuando llegó a la vivienda estaba ocupada. Los wasaps que recibió procedían del teléfono de una ciudadana rumana afincada en Vigo.