El alcohol, la imprudencia al volante y la tragedia confluyeron ayer en un dramático accidente ocurrido en León. Un matrimonio falleció y su hijo de 12 años resultó herido leve tras ser arrollados cuando circulaban en bicicleta por Matallana de Valmadrigal por el conductor de un turismo que se dio a la fuga y que, tras ser detenido a 15 kilómetros del lugar, dio positivo en alcoholemia: quintuplicaba la tasa máxima permitida. Las víctimas, de Villabona (Gipúzcoa), estaban haciendo el Camino de Santiago.

El conductor, con un turismo marca Audi de color negro, dio un resultado de 1,16 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, cinco veces más de lo permitido, en el control al que fue sometido tras su arresto. Además, circulaba sin seguro, según confirmaron fuentes de la investigación. El automovilista se dirigía a Valladolid, donde trabaja en la planta de Renault, y no era conocido en el municipio. Al parecer, es natural de Cataluña.

El accidente se produjo a las 10.54 horas, en el punto kilométrico 296 de la N-601, en la pedanía de Matallana de Valmadrigal, perteneciente al municipio de Santa Cristina de Valmadrigal, al suroeste de la provincia de León. Varios testigos del siniestro fueron los que llamaron a la Guardia Civil e informaron de lo ocurrido, además de facilitar el modelo y matrícula del turismo, lo que facilitó la detención del conductor minutos después.

El personal sanitario trasladado al lugar sólo pudo confirmar el fallecimiento del matrimonio y atendió y trasladó al menor en ambulancia de soporte vital básico al Complejo Asistencial de León.

El alcalde de Santa Cristina de Valmadrigal, Ceferino Revilla, explicó que por la mañana, antes del accidente, coincidió con el matrimonio y su hijo cuando abandonaban un bar de la localidad de Matallana y que le hizo una indicación al menor, porque se había dejado una luz de la bicicleta encendida. El regidor lamentó "enormemente" lo sucedido y recalcó que el municipio se pone a disposición de la familia para ayudar en todo lo que puedan. Explicó además que la familia fue arrollada en un tramo de la N-601 recto y con buena visibilidad, por lo que la única explicación posible es el estado de ebriedad del conductor, calificando de "barbaridad" el resultado del test de alcoholemia.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el menor iba unos metros delante de sus padres circulando por el arcén, y eso fue lo que, a la postre, le salvó la vida, ya que recibió con mucha menos virulencia el impacto del vehículo que sus progenitores. El matrimonio de ciclistas fallecido residía en Villabona y su alcaldesa, Maite Izagirre, lamentó la muerte de sus convecinos, que describió como unas personas muy "activas y participativas" en esta localidad.

Ninguno de los miembros del matrimonio era natural de la localidad, ya que la mujer había nacido en San Sebastián, mientras que el hombre era originario de Hernani (Guipúzcoa). La regidora relató que la mujer acostumbraba a jugar a los bolos en una asociación de pueblo, el marido era aficionado al ciclismo y el niño juega a pelota, además de estar escolarizado en la ikastola de la localidad. "Ha sido un palo tremendo para todos", resumió sobre lo ocurrido.