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Juicio a una flota de narcobarcos gallega que operaba en Andalucía

La red del hijo del "Peque" afronta 542 años por 4.000 kilos de hachís y un velero de coca

La entrega del fugado Roberto Toledano obliga a aplazar la vista con 20 acusados - El fiscal pide 31 años de cárcel para siete reincidentes y 21 para el resto, con multas de 28 millones

El narcovelero "Silver Back" abordado en el Atlántico, a su llegada al puerto de Vigo. // Marta G. Brea

La Audiencia Nacional se prepara para juzgar a una de las principales organizaciones gallegas de narcotráfico a gran escala, especializada no solo en transportes marítimos de cocaína, sino también en alijos de hachís desde Marruecos, para lo que se trasladó al Sur de España y se alió con un grupo almeriense. La vista, con 20 procesados, iba a celebrarse en mayo pero se aplazó al presentarse voluntariamente la víspera del juicio un cambadés socio del supuesto cabecilla que se hallaba fugado.

La Fiscalía Antidroga solicita para el grupo criminal atribuido al arousano Francisco Javier Fernández Pomares, "Peque", apodo que heredó de su padre un histórico contrabandista y narcotraficante, unas de las penas más altas de los últimos años que suman un total de 542 años de prisión (31 para cada uno de los siete reincidentes y 25 para los demás), así como multas individuales de 28 millones de euros, no en vano se les intervinieron 4.000 kilos de hachís y media tonelada de cocaína.

La denominada Operación Santa desarrollada en agosto de 2015 por el Greco Galicia y dirigida por el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, llevó a la intervención de tres barcos: el Anamar III, cargado con 2.753 kilos de hachís valorados en 4,4 millones de euros; la Pantri, cerca de Salobreña con 1.250 kilos de hachís cuyo precio en el marcado habría alcanzado 1,3 millones de euros y el narcovelero Silver Back, apresado cuando navegaba hacia Vigo con 520 kilos de cocaína.

El activo grupo criminal desmantelado, estaba codirigido por el "Peque", que financiaba a la organización y habría aportado contactos con los suministradores de la droga, según el fiscal, y el cambadés Roberto Toledano, que eludió el cerco policial y permaneció fugado hasta hace un mes. La mayoría de los 20 procesados son viejos conocidos de las fuerzas antidroga y suman más de 150 antecedentes, si bien en muchos casos no son computables en este proceso. El "Peque" fue condenado en su día a 20 años, y Toledano a 9.

Las penas más altas solicitadas pro el Ministerio Público, 31 años, son para los presuntos cabecillas y para los reincidentes a quienes el fiscal atribuye diversos puestos de responsabilidad. Así, dice que Castor Tobío, a las órdenes de Toledano, facilitaba claves para las comunicaciones; Luis Relat era tripulante de la Pantri, que patroneaba el lugarteniente de Toledano José Prieto; Francisco Javier Fontalba, tenía contactos con los suministradores y se reunía con ellos en ausencia de los gallegos; David Pintor planificaría las operaciones de tráfico de hachís y aportaría infraestructura, y Manuel Recio, sería el encargado de planificar y aportar parte de la logística.

En el banquillo se sentarán los tripulantes gallegos del narcovelero Silver Back, y los yates Anamar III y Pantri, así como Gracián Aliaga, a quien la Fiscalía considera responsable del grupo almeriense "que se integró en la organización de Toledano", y que era el supervisor de las operaciones en el Sur.

La compra frustrada de un barco en Vigo para realizar un gran transporte de cocaína desde Sudamérica, delató a la organización atribuida al vilanovés Fernández Pomares. El objeto era adquirir la embarcación en la ciudad olívica, en cuyos alrededores estaba previsto el desembarco de la droga. Al fallar las negociaciones, se hicieron con el velero en el Sur de España, pero el grupo especializado contra el crimen Greco Galicia de la Policía Nacional les seguía ya los pasos.

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