Doce años de prisión. Es la pena impuesta a Juan José J. A. por la Audiencia Provincial de Pontevedra como autor de un delito continuado de abusos sexuales a las dos hijas de su expareja cuando estas eran menores de edad. El condenado es natural de Redondela y los hechos ocurrieron en Poio.

El acusado realizó los tocamientos a los dos hermanas por separado y comenzaron cuando las menores apenas tenían ocho años. El hombre mantuvo una relación con la madre de las niñas durante ocho años. Esta se inició en torno a 2009 y Juan José se fue a vivir con su pareja y los seis hijos de esta al domicilio de estos últimos en Poio.

Señala la sentencia que durante la convivencia en dicho domicilio, el acusado inició los abusos a una de las menores primero con besos en la boca y posteriormente con tocamientos, agravando su actitud. Al principio, el acusado le dijo a la menor que "todo era un juego" y que "no se lo contara a nadie dado que nadie la iba a creer".

Los abusos incluso se mantuvieron cuando la madre de las menores cesó en su relación con el acusado en un piso de la ciudad de Pontevedra al que las llevó. El acusado siguió un procedimiento similar con la hermana de la primera víctima, primero con besos y luego agravando sus tocamientos.

Las acciones se producían aprovechando que el acusado estaba al cuidado de los hijos de su pareja, mientras ésta iba a trabajar. Ocurrían especialmente los domingos, primero en la casa familiar, luego en un garaje que tenía alquilado y finalmente en el piso de Pontevedra. Las hermanas guardaron silencio sobre estos hechos hasta que una de ellas los denunció a la orientadora del centro escolar en el que estudiaba en 2015.