Ni una, ni dos, ni tres. Hasta cuatro fueron las ocasiones en las que Antonio F.A., un vecino de Vigo de 49 años, quebrantó la orden de alejamiento que tiene con respecto a su expareja en virtud de una condena que, además de pena privativa de libertad, le impuso la prohibición de acercarse y de comunicarse con la mujer desde el pasado agosto y hasta 2019. Pese a ello, el hombre incumplió presuntamente la medida judicial en cuatro ocasiones y en un período de solo cuatro días. Ello le deparó tres arrestos consecutivos. Después de los dos primeros quedó en libertad, pero el tercero, el del domingo, ha hecho que ya haya pasado su primera noche en la cárcel.

Tras pasar ayer a disposición judicial en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo, la juez sustituta decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito continuado de quebrantamiento. Las acusaciones pidieron su entrada en la cárcel durante la comparecencia. Dada la recurrencia de los incumplimientos del alejamiento, la decisión se adoptó para garantizar la integridad psíquica y física de la víctima y para garantizar también el cumplimiento de la resolución judicial donde se impuso la medida que quebrantó.

Desde el jueves

El primer arresto fue el jueves. Entró hasta en dos ocasiones en el piso de su ex y fue localizado por la Policía Local de Vigo escondido en el armario del dormitorio principal. El sábado hubo otro quebrantamiento que derivó en una nueva detención: estaba oculto en la terraza del edificio. Y el domingo fue otra vez apresado por dos incumplimientos más, a la mañana y a la noche. Lo encontró la Policía Nacional en las inmediaciones del domicilio de la mujer. Él, en su comparecencia de ayer, alegó que se dirigía a casa de sus padres, que, según expuso, está situado cerca.