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El acusado del crimen de Ponte Caldelas, absuelto de amenazas a la esposa de la víctima

La juez ve "insólita", "ilógica" e "inverosímil" la versión de ella y no descarta un móvil de "odio o venganza"

Marcos Vidal. // G. Santos

Marcos Vidal González permanece desde hace más de año y medio en prisión provisional acusado del asesinato a puñaladas en noviembre de 2015 en Ponte Caldelas (Pontevedra) de Manuel Ángel Rivas, el marido de la mujer con la que el ahora encarcelado había mantenido una relación sentimental. Mientras la investigación judicial del homicidio sigue su curso, de lo que hay sentencia es de otro caso por el que ya se sentó en el banquillo: por presuntas amenazas a la esposa del asesinado que, según la perjudicada, habrían ocurrido más de un año antes del crimen. Y la juez absuelve al imputado en un fallo en el que califica de "inverosímil", "insólita", plagada de "contradicciones" y fuera de toda lógica la versión de la mujer. La magistrada estima incluso que sus manifestaciones pudieran ser "denotativas" de móviles de "odio, resentimiento, venganza o enemistad".

Marcos y la mujer habían tenido una relación. Pero no fue hasta días después del crimen de su esposo cuando ella, en el marco de la investigación del asesinato, declara ante la Guardia Civil que ella, con anterioridad, había sufrido una situación de violencia por parte del supuesto homicida. Para la juez, ese suceso trágico, el crimen, "es sin duda el trasfondo de todo este asunto de violencia de género". La magistrada se pregunta en el fallo por qué fue "justo" en esa fecha, a finales de 2015, cuando ella denuncia hechos de 2014. Y expone su conclusión. "No cabe duda: para explicar la desgraciada muerte de su marido", argumenta. Y añade: "No se puede descontextualizar dicha denuncia por mucho que se quiera. De alguna manera, este relato que antes nunca había denunciado pese a la gravedad de lo relatado sirve de cierta exculpación, mostrándose ella también como víctima de la violencia de Marcos González".

El juicio fue en abril en el Juzgado de lo Penal 4 de Pontevedra. La Fiscalía solicitaba para Marcos 18 meses de prisión por dos delitos, uno de amenazas y otro de coacciones leves sobre la mujer. Pero la juez absuelve al acusado, tal y como había solicitado su defensa, ejercida por el abogado Diego Reboredo. En la resolución se recoge como probado que Marcos y la mujer mantuvieron una relación "de pareja" -ella al principio lo negó, pero acabó admitiéndolo, aunque limitándola a solo un mes-.

El fallo también ve cierto que la mujer declaró tras el crimen de su marido que el año anterior, en julio de 2014, Marcos la telefoneó diciéndole: "Donde cojones estás... Te crees que esto es un juego, donde estás, estás dentro de un coche". La supuesta víctima manifestó que también le dijo que estaba cerca de la casa de sus padres y que "los iba a matar a hachazos". Pero la magistrada no ve acreditado lo relatado. Y sobre otro presunto episodio violento a la salida del hospital donde ella trabajaba, el fallo concreta que Marcos arrancó el coche donde se habían subido ambos pese a que ella "trató de bajarse", pero no se da por probado que la obligara a entrar por la fuerza en ese vehículo.

"Nada es lógico"

En la sentencia se detalla que la declaración de ella es "vaga", "objetivamente inverosímil" e "insólita". Y califica de "increíble" lo manifestado por una amiga que apoyó su versión. A ambas, precisa la juez, les pasa lo mismo. "Recuerdan cada vez más cosas, mayor número de detalles, que las amenazas pasan a ser con armas (hachas, navajas...), que los mensajes eran constantes de acoso, que la víctima quería denunciar esta situación pero la policía y la psicóloga poco menos que se lo desaconsejaron, desasistiéndola", afirma, incidiendo en que nada de lo que dicen resultó acreditado. "Nada es lógico", recalca varias veces.

Incluso, sobre un grave suceso que acabó relatando la víctima situándolo en 2014, la magistrada señala que lo que se denuncia es "una violación en toda regla". "Y nada de esto le dice a nadie hasta más de un año después, pero tampoco lo dice en la declaración que inicialmente realiza en la Guardia Civil en diciembre de 2015. Sospechoso", afirma. La juez, por ello, absuelve al acusado. La relación entre ambos fue "tortuosa", pero no ve prueba de la situación de violencia denunciada.

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