Isabel Fuentes murió asesinada sin protección, pese a que la Policía Judicial había advertido a la juez del "peligro" que suponía no restringir las visitas del marido porque era el principal sospechoso de un ataque previo que intentó camuflar como un robo. La primera magistrada no vio indicios suficientes para poner el foco en él. Aniceto Rodríguez Caneiro (77) visitaba a su víctima en el hospital de Ourense y durmió a su lado la noche que la remató. Así consumaba un crimen con dos capítulos: la noche del 1 al 2 de abril presuntamente la dejó en coma, golpeándola con un martillo, mientras ella veía, casi dormida, la televisión en el domicilio conyugal. El 8 de mayo de 2015 acabó con su vida de una cuchillada. Este caso se juzgará en junio, casi a los dos años tras una instrucción bastante ágil. El acusado se sentará en el banquillo entre el 19 y el 22.

La Fiscalía pide 39 años de cárcel por un delito de asesinato intentado y otro de asesinato consumado, ambos con la circunstancia agravante de parentesco. La familia, personada como acusación particular, eleva la solicitud a un total de 49 años. Por su parte, la defensa, ejercida por Jorge Temes, plantea 3 y 4 años de prisión, respectivamente.