El constructor de Cedeira acusado de asesinar a su vecino atropellándolo en agosto de 2012 alegó ayer durante el juicio que fue un accidente. El procesado, que tenía 67 años, sostuvo que la víctima, que tenía 76 se le cruzó en la carretera y que no pudo hacer nada por evitar arrollarla. "Vi a una persona, di un frenazo y pegué un volantazo; pero se me echó encima", testificó. Hasta que vio el cadáver, según su versión, no se percató de que era el vecino con el que tenía una enemistad desde hacía años debido a las alrededor de 80 demandas que había interpuesto contra él. El hombre relató que cuando se dio cuenta de "a quién había atropellado" perdió el conocimiento y entró en "shock".

La Fiscalía y la acusación particular, que reclaman una condena de 21 y 24 años, respectivamente, sostienen que el imputado vio a la víctima, a la que "odiaba", por lo que decidió seguir su trayectoria hasta que se le presentó la oportunidad de atropellarla.