Los dirigentes de las principales organizaciones sociales antidroga de Galicia, la Fundación Érguete y la Fundación Galega contra o Narcotráfico, manifestaron ayer que estarán atentas a la evolución de Oubiña ahora que tiene tan cerca la libertad. La presidenta de Érguete, Carmen Avendaño, apunta que el tercer grado de Oubiña es "lógico por raro que pueda parecer", puesto que "ya cumplió más de lo que debiera las penas pendientes". Sin embargo, califica al capo gallego de "deleznable como persona", pese a lo cual tiene la esperanza de que se dé cuenta "del daño que él, y mucha otra gentuza, infligió a muchas familias".

Por su parte, el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, se muestra muy contrariado con su salida. "Nunca es una buena noticia que un capo vuelva a las calles. Las familias afectadas la han asumido con tristeza, resignación y cabreo", manifestó.