La policía japonesa buscaba ayer a un niño de siete años desaparecido desde el sábado en una zona boscosa y montañosa del norte del archipiélago, tras ser abandonado allí como castigo por sus padres.

Según el relato de los progenitores, le obligaron a bajarse del vehículo en el que viajaba la familia por su mal comportamiento, dejándole solo en una carretera a los pies del monte Komagatake, en la isla japonesa de Hokkaido. Aunque el menor corrió tras el coche, sus familiares dijeron que lo perdieron de vista y que volvieron minutos después al lugar en el que lo habían dejado, donde ya no se encontraba. El matrimonio denunció la desaparición el sábado por la tarde. 130 policías y bomberos lo buscan.