Seis años de cárcel para la mujer acusada de matar a su hermana en Vigo rociándole gasolina. La procesada confesó los hechos y alcanza un acuerdo de conformidad en la Audiencia. Además, tiene una orden de alejamiento y prohibición de comunicarse con la víctima durante siete años. "Estoy de acuerdo con todo, pero bajo ningún concepto le pago nada", manifestó J.M.G.V., conocida como Soraya. "No quiero verla nunca", apostilló ante el tribunal.

El acuerdo alcanzado entre defensa y Fiscalía condena a la mujer por un delito de homicidio en tentativa con la agravante de parentesco y la atenuante de anomalía psíquica. El suceso se remonta al 13 de febrero de 2015 y ocurrió en una de las calles más céntricas de Vigo, la de Urzáiz, y a plena luz del día. Así, a las 12.30 horas en las inmediaciones del comedor social de los Hermanas Misioneras del Silencio Soraya actuó contra su hermana, dice el Ministerio Público, "con ánimo de acabar con su vida". La acusada se aproximó a su altura portando un cubo que llevaba gasolina y lo posó en el suelo al tiempo que profería amenazas de muerte. La Fiscalía prosigue su relato señalando que trató de rociarla con el líquido inflamable, llegando a prender fuego al citado cubo "sirviéndose de un mechero y un periódico enrollado", causando así una deflagración.

Sin embargo, las llamas no llegaron a alcanzar a la víctima, ya que ésta huyó refugiándose en una cafetería cercana. La procesada, aún así, no cejó en su empeño y siguió a su hermana, continuando, prosigue el fiscal, con los insultos y las amenazas de muerte hacia ella.