Un año después de que la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo condenase a Juan Carlos González Martín, Culebra, su mujer, sus tres hijos y varios testaferros a penas que suman 50 años de prisión y multas de 168 millones de euros, la mayor red de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico destapada en la ciudad -unos 20 millones de euros según el fiscal- sigue en libertad, a la espera de que el Tribunal Supremo resuelve los recursos presentados. ya que no era firme. De momento los recursos se encuentran en proceso de admisión en el Alto Tribunal. La trama se juega no solo su ingreso en prisión, sino el comiso del millonario patrimonio intervenido: más de 15 millones de euros, inmuebles, joyas, obras de arte, barcos y más de una treintena de vehículos que serán cedidos al fondo del Plan Nacional de Lucha contra la Droga.
En marzo del año pasado la Sección Quinta de la Audiencia concluía que no había ingresos para las inversiones millonarias ni los grandes manejos en efectivo que realizaron González Martín y su familia. La mayor pena, 6 años de prisión y 56 millones de multa, recayó en Culebra, de 77 años. A su mujer y sus tres hijos la sala les impuso 5 años de cárcel y multas entre 20 y 30 millones a cada uno. El resto de los doce procesados fueron condenados a penas de entre 3 y 4 años de prisión como testaferros. La condena más baja fue para un promotor: 6 meses de cárcel al considerar el tribunal que el delito de blanqueo que cometió es por imprudencia, si bien la multa en su caso se eleva a 9.880.000 euros.
El origen de la fortuna de González Martín está en su condena por un alijo de 800 kilos de hachís en 1997, según el tribunal vigués, que recuerda que fue detenido e investigado en varias ocasiones después por narcotráfico. Así, según la sentencia de la Audiencia de Pontevedra, creó una serie de sociedades utilizando personas interpuestas con el propósito de evitar que el producto de sus operaciones ilícitas figurara a su nombre, posibilitando con ello "su entrada en el tráfico mercantil, ocultación y transformación, para conseguir con ello crear una apariencia de licitud de los recursos de ilícita procedencia".
Las defensas del líder de la red, de su esposa y de sus tres hijos, así como la de todos los testaferros excepto el promotor, recurrieron la sentencia de la Audiencia Provincial ante el Supremo. Piden la anulación del fallo condenatorio y que se proceda a la libre absolución de sus clientes.
Los abogados de González Martín y su familia exponen varios motivos de casación, entre los que alegan "error" en la valoración de la prueba o vulneración del derecho a la presunción de inocencia. El principal argumento se centra en la fortuna de Culebra. Entienden que el tribunal vigués erró al valorar la prueba y rechazan que su fortuna proceda de la droga. Las defensas, como ya habían hecho durante el juicio celebrado en Vigo, exponen que los bienes de su cliente proceden de actividades "lícitas" y "razonablemente" justificadas, ajenas a cualquier infracción penal y en todo caso, desvinculadas de actividades de narcotráfico. Así, insisten que la "prueba documental" demuestra que la fortuna de Culebra procede de "actividades mercantiles y empresariales" en España y Portugal. Y ahí citan pesca industrial, arte, construcción, compraventa de vehículos y una "importante indemnización" por el hundimiento de un buque de una de sus sociedades, o, ya en el país vecino, la explotación de bingos.
