Primero fue la lluvia y la ecuación la han completado el viento y la nieve. El temporal sumió ayer a Galicia, por tercer día consecutivo, en otra jornada caótica. Las precipitaciones que no dieron tregua el viernes y el sábado, protagonizando registros récords en ciudades como Vigo o Pontevedra, no cesaron, pero fueron a menos y dieron paso a rachas de viento huracanadas como los 121 kilómetros por hora que se registraron en la urbe olívica -sólo superados por los 122 de una estación próxima a la localidad coruñesa de Cedeira- y a las primeras nevadas del año. Si el vendaval derribó un sinfín de árboles, señales de tráfico o chapas de tejados -como la gran estructura que voló en una nave de Mos-, el manto blanco que cubrió carreteras complicó, y mucho, la circulación en esas vías. Como la A-52, en puntos de Ourense como A Mezquita o A Gudiña, donde al cierre de esta edición decenas de vehículos estaban parados esperando la llegada de una máquina quitanieves que abriera un perfil de la calzada. El tráfico pesado quedó prohibido y los camiones pernoctaron en áreas de servicio. Con respecto a la provincia de Pontevedra, al 112 se alertó de presencia de nieve en el túnel de A Cañiza y los primeros copos llegaron asimismo a concellos como A Lama o a altos de Lalín, Rodeiro y Dozón. Y además de incidentes viarios, Educación decidió suspender hoy las clases en 33 concellos de la montaña de Ourense y Lugo.

La Comisión Escolar de Alertas informaba a última hora de ayer de la suspensión de toda actividad docente, transporte escolar, actividades en el exterior y extraescolares en 33 concellos debido al fenómeno adverso de nivel naranja previsto hoy con nevadas que en esas zonas alcanzarán los 30 centímetros. La suspensión es hasta las seis de la tarde: son 19 ayuntamientos en Ourense y 14 en Lugo. A la espera de lo que pase en esta jornada, ayer las nevadas y las placas de hielo causaron casi medio centenar de incidencias en las carreteras gallegas y hubo que rescatar a conductores que se vieron atrapados, como, por ejemplo, a cuatro personas en Manzaneda. El manto blanco, unido a la niebla y el viento, dificultó la comunicación entre Galicia y la Meseta. Hubo un aparatoso accidente en el tramo de la A-52 entre A Canda y O Padornelo, sentido Benavente, que generó retenciones. Las fuertes granizadas también se dejaron notar: en Curtis veinte vehículos quedaron parados en la N-634 por este motivo.

En A Coruña -que estaba en alerta roja por viento, lluvia y oleaje-, playas, parques y jardines fueron cortados para evitar riesgos. En el aeropuerto de Alvedro al menos 7 vuelos procedentes de Madrid, Barcelona y Londres fueron desviados. En Peinador, en Vigo, una avión que venía de Barcelona fue primero a Santiago y después tuvo que dirigirse a Madrid. Uno que debía salir hacia la capital española no lo hizo.

Y mientras el temporal en el mar mantiene a la flota alerta, en tierra muchas carreteras siguen cerradas. La Xunta intensificó los trabajos para intentar reabrir hoy el tramo del Corredor do Morrazo cortado.