Una pareja de buzos consiguió bajar ayer al lugar donde el helicóptero del Ejército del Aire cayó al Atlántico con tres militares a bordo, aunque de momento no ha logrado llegar a la cabina del aparato para comprobar si los tres tripulantes desparecidos se encuentran en su interior. La búsqueda se realiza en el punto donde fue localizada la baliza de emergencia del helicóptero, hundido el pasado jueves a unos 40 metros de profundidad y a unas 40 millas de la costa del Sahara cuando regresaba de una maniobras en Senegal.

En el Superpuma del Servicio Búsqueda y Rescate (SAR) del Ejército del Aire volaban el capitán José Morales Rodríguez de Barcelona, casado y con un hijo; el teniente Saúl López Quesada, de Madrid y soltero; y el sargento Jhonander Ojeda, de Gran Canaria y con pareja, único superviviente del accidente que sufrió un aparato del mismo servicio el año pasado en Canarias. El buque Camino Español se encuentra en la zona del accidente trabajando con los equipos de buceadores y junto a ellos, un patrullero marroquí realiza labores de apoyo, si bien las malas condiciones del mar dificultan el operativo. Al mismo tiempo, un avión CN235 amplía la búsqueda en una zona más amplia.