Un robo de película que ya está próximo a juicio. Los cuatro atracadores que protagonizaron el asalto frustrado a un banco del barrio vigués de Coia, en el que cientos de billetes del botín de 120.000 euros con el que huían acabaron esparcidos por la calle tras lanzarlos al aire al verse cercados por la Policía Nacional, se enfrentan a condenas que suman en total casi 25 años de cárcel. Estos asaltantes, tres de ellos históricos y considerados peligrosos por las fuerzas de seguridad, no serán los únicos que se sienten en el banquillo en la futura vista: un quinto acusado afronta 11 meses de prisión ya que, junto a uno de los anteriores, supuestamente reventó con gas un cajero automático de una entidad de Matamá tres meses antes. Este proceso ya sólo está pendiente de los escritos de defensa y de que se ponga fecha al juicio.
Las peticiones más altas de cárcel son para los cuatro presuntos autores del asalto de Coia, perpetrado en una sucursal de la calle Cronista Rodríguez Elías. La mayor solicitud es la que la Fiscalía plantea para Edelmiro Fernández Rial, un vecino de Nigrán de 48 años con una antigua condena de homicidio a sus espaldas. Acusado de delitos de robo con intimidación y uso de armas, tenencia ilícita de armas y atentado contra agentes de la autoridad, se enfrenta a 10 años y medio de prisión. Juan José Nogueira Rodríguez, histórico asaltante vigués de 52 años, afronta 5 años y 5 meses al imputársele dos delitos de robo: el de Coia y el del cajero de Matamá.
Para Laureano Fernández Rodríguez, Laurin, de 48 años, y para Agustín A.D., de 39 y el único sin antecedentes, la acusación pública pide 4 años y medio de cárcel para cada uno por su presunta participación en el asalto de Coia. Y finalmente, Héctor M.F. se enfrenta a 11 meses por la explosión de Matamá.
Hechos
Ocurrió en 2014. El 17 de febrero fue el asalto frustrado de Matamá. La Fiscalía relata que en torno a las tres de la madrugada Juan José y Héctor fueron al cajero de la sucursal de Abanca en la calle Canteiros y, tras apalancar la puerta, provocaron supuestamente una fuerte explosión. Pese a los notables destrozos causados, se fueron del lugar sin botín alguno. Los daños fueron valorados en 3.164 euros.
Fue la vigilancia y la investigación que realizó la Policía Nacional tras ese suceso lo que permitiría, tres meses después, detener a la banda de Coia. Ese robo ocurría a las dos y media de la tarde del 7 de mayo de ese 2014, cuando Juan José, Laureano y Edelmiro irrumpieron en la entidad de Abanca en Cronista Rodríguez Elías -Agustín A.D. les esperaba en el exterior-. El fiscal señala que lo hicieron "vestidos con ropas, gorros y gafas" y armados dos de ellos con pistolas simulada y el tercero con una real.
De forma intimidatoria, los ladrones lograron que los empleados de la oficina abriesen la caja fuerte y los dispensadores, haciéndose con 120.035 euros. Lo que no se podían imaginar era que un amplio dispositivo policial estaba tras su pista: a su salida fueron detenidos en un espectacular operativo en el que Edelmiro, "esgrimiendo en una mano una pistola y en la otra un cuchillo", habría llegado a herir con el arma blanca a un agente al clavársela en el pie. La banda arrojó el botín al aire y los billetes quedaron esparcidos por toda la calzada. Se recuperó todo menos 450 euros.
