La Policía Nacional, en colaboración con agentes de otros países, ha desmantelado una red de narcos que introducía droga en España proveniente de Sudamérica para su posterior distribución por Europa, liderada por un modesto exfutbolista que se hacía pasar por ojeador. Entre las 69 detenciones llevadas a cabo en varias fases a lo largo de casi dos años se encuentra una persona de Vigo, que formaba parte de una "rama económica" de la trama que se encargaba de blanquear el dinero a través de bancos portugueses. En total, 26 personas fueron detenidas en España y 43 en el extranjero tras las actuaciones de agentes de Portugal, Serbia, Croacia, Montenegro, Australia, Alemania y Reino Unido, según informó ayer la Policía. Durante la operación fueron incautadas 3,5 toneladas de cocaína y 9,3 millones de euros.

El jefe de esta trama se llama Vinatu Cokovic, nacido hace 50 años en Montenegro. Utilizando la profesión de ojeador como tapadera, las fuentes policiales explicaron que "vivía a todo lujo" y que fue precisamente eso lo que llamó la atención de los agentes. Eso y una "pachanga" de fútbol. Y es que el origen de esta macroperación está situada en el robo a una joyería de Madrid en septiembre de 2013 donde la banda de "El Isma", un conocido alunicero, se hizo con un botín histórico valorado en 23 millones de euros. Fue la trama de Cokovic la que compró parte de esta mercancía, ya que se conocían por echar partidillos entre ellos, lo que llevó al Grupo de Robos con Violencia de la Jefatura Superior de Policía de Madrid a llegar a la red.

El exfutbolista (llegó a jugar en un equipo de Los Ángeles) no reparaba en gastos. Así, por ejemplo, en su vivienda localizaron 773.000 euros. Los agentes aseguraron que era capaz de comprar coches valorados en 60.000 euros al instante.

Tras dos años de trabajo, la Policía descrubrió que esta persona dirigía desde Madrid a una red de exmilitares serbios que importaba la droga por vía marítima. España era el destino que, además, servía de trampolín para el resto de Europa.

La trama económica en la que fue detenida la persona de la ciudad olívica era de origen brasileño-portuguesa y centraba su actividad en cuatro ciudades: Vigo, Lisboa, Barcelona y Madrid. A cambio de recibir un 5% de los beneficios, esta rama mantenía establecimientos abiertos al público para enviar dinero. Con una empresa tapadera, utilizaban vehículos con doble fondo para llevar el dinero a Portugal, donde contaban con personal de entidades bancarias para enviar el dinero a Sudamérica mediante identidades de personas de Brasil que desconocían la actividad. En total podrían haber enviado m´sa de 50 millones de euros.