Oculto en un piso de alquiler en la localidad coruñesa de Santa Comba, sin relación alguna con su familia -a la que había abandonado en Lugo- y con una vida casi de ermitaño sin relacionarse ni con los vecinos para evitar ser extraditado. Pese a todas la precauciones y medidas de seguridad que había establecido para esconderse, la Guardia Civil dio con el escondite gallego del veterinario venezolano Andrés López Elorza, de 44 años y reclamado por EE UU desde hace una década para juzgarlo por tráfico de heroína líquida que enviaba desde Colombia a Norteamérica a través de implantes a cachorros con pedigree que supuestamente iban a participar en concursos caninos.

Las autoridades americanas le acusan de implantar quirúrgicamente bolsas pequeñas de heroína líquida a cachorros de labradores y rotweilers en su finca de Medellín. Una vez que sus cicatrices curaban eran enviados a EE UU. En un registro efectuado en 2005 por la policía colombiana en una clínica regentada por López Elorza en Medellín (Colombia), se hallaron seis cachorros que acaban de ser operados por el veterinario y que portaban en el interior de su organismo tres kilos de heroína. Varios de los animales fallecieron a causa de la droga.

El veterinario venezolano no actuaba sólo, según el Tribunal del Distrito Oriental de Nueva York que le reclama. Su socio, el colombiano Carlos Estrada Arboleda, también fue sometido a proceso de extradición en Colombia. La Fiscalía americana sostiene que Estrada tenía una red de correos que pasaban desde Colombia a EE UU drogas que llevaban el estómago tras ingerirla en forma de píldoras, tanto cocaína como heroína, hasta que en 2004 se puso en contacto con López Elorza y, según la acusación, ambos se hicieron con una finca en Medellín y al menos diez cachorros a los que implantaron 3 kilos de heroína líquida a cada uno.

El veterinario huyó de Colombia en 2005 y se trasladó a Lugo, donde residía con su familia hasta que en diciembre de 2013 fue detenido e informado de la orden de extradición solicitada por EE UU y los cargos a los que se enfrentaba. En libertad durante este proceso, se opuso a ser extraditado en la causa que se llevó en la Audiencia Nacional, hasta que hace unas semanas consciente de que iba a ser enviado a Nueva York optó por huir y abandonar a su familia.

La semana pasada un tribunal de la Audiencia Nacional avaló su extradición y entrega a los Estados Unidos para ser juzgado allí y la Guardia Civil montó un dispositivo de búsqueda y lo capturó.

Los agentes lo arrestaron cuando salía de un piso que había alquilado y en el que se había ocultado en la localidad de Santa Comba, según informó ayer la Guardia Civil. Para evitar ser localizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, durante el tiempo que permaneció escondido en este domicilio, no mantuvo ningún tipo de comunicación ni con su mujer ni con sus hijos que seguían residiendo en Lugo.

La operación de búsqueda, localización y captura del fugado, bautizada como Puppies, ha sido desarrollada por agentes del Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) del mismo cuerpo la Comandancia de Lugo.