Los investigadores han hallado restos de ADN de Liria Hernández, la tía del conocido como "casero asesino" de Majadahonda (Madrid), en una picadora industrial de carne que tenía en su chalé, en la que también se encontró sangre de una inquilina argentina desaparecida. Además, había restos orgánicos de la mujer, propietaria del chalé, en un serrucho utilizado por su sobrino Bruno para descuartizar a las mujeres.

El "casero asesino", que sufre una esquizofrenia, declaró que había ingresado a su tía en una residencia, aunque no recordaba dónde. Los agentes investigan ahora el documento por el que la mujer cede supuestamente la propiedad del chalé a Bruno, quien habría matado también a la última inquilina.