Una ciudadana portuguesa fue detenida ebria al volante y con su hijo de 5 años tapado en el asiento trasero la pasada madrugada en Vigo. Un coche camuflado de la Policía Nacional dio el alto al coche, también de matrícula lusa, porque la conductora circulaba de forma peligrosa y con síntomas de embriaguez. Se requirió la colaboración de una patrulla de la Policía Local y al ser sometida al control de alcoholemia triplicaba el máximo permitido, por lo que su caso se denunció por vía penal.

Los policías estacionaron el vehículo y vieron que en el asiento trasero se movía algo que iba tapado bajo una chaqueta. Descubrieron entonces al menor que viajaba dormido en el asiento trasero ya que carecía de silla para niños.

La conductora -que no se encontraba en condiciones de seguir viaje ni de atender al pequeño- fue trasladada a las dependencias de la comisaría, al igual que su hijo. Los agentes localizaron al padre del pequeño, pues reside en las inmediaciones de la ciudad lusa de Braga, y se desplazó desde Portugal hasta Vigo para hacerse cargo del menor.

La conductora pasó a disposición judicial ayer y aceptó la celebración de un juicio rápido por un delito contra la seguridad vial en el Juzgado de Instrucción 2, en funciones de guardia.

En el atestado que llegó al juzgado no se incluía la presencia del menor en el vehículo, según fuentes de la Fiscalía, por lo que en la vista oral no se trató la presencia del niño, sino el elevado grado de alcoholemia que arrojó la mujer al volante. Una vez aceptada la pena quedó en libertad y pudo regresar a su país, al igual que el menor.

Fuentes policiales indicaron que la unidad especializada de Servicio de Ayuda y Protección a la Familia, SAF, de la comisaría viguesa, abrió diligencias aparte sobre la presencia del menor en el vehículo. La mujer explicó que venía de una fiesta, si bien no ha trascendido si de un domicilio particular o por distintos locales de ocio de la ciudad.