El destino de Rosario Porto y Alfonso Basterra, presuntos autores del asesinato de Asunta, su hija de doce años, estará en manos de nueve de los 36 candidatos escogidos ayer por sorteo informático para formar parte del jurado popular que deberá dirimir su culpabilidad o inocencia. El azar ha seleccionado de entre 998 nombres inicialmente a 22 hombres y a 14 mujeres de la provincia de A Coruña repartidos por nueve de sus catorce partidos judiciales, aunque la mayoría -un total de 17- tendrá que desplazarse desde la ciudad herculina o alguno de los concellos de sus alrededores. La lista se completa con seis escogidos de Ferrol, tres de Corcubión, dos de Betanzos, dos de Ordes, dos de Ribeira, uno de Noia, uno de Carballo y dos de Santiago, la localidad donde Asunta vivió y estudió hasta que su cuerpo fue hallado, en septiembre de 2013, en una pista forestal de Teo.

Con todo, antes de recibir la notificación que los emplazará a presentarse el día que se inicie la vista, la Audiencia debe fijar todavía cuándo será el juicio, una duda que podría aclararse esta misma semana, en la que previsiblemente se dictará el auto de hechos justiciables. Contra este no cabe recurso y en él, además de resumir los hechos que se van a someter a la consideración del jurado, se establece el día para un juicio para el que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia estima una duración de entre tres y cinco semanas, dado que, de entrada, hay en torno a 150 testigos y peritos propuestos y "mucha prueba solicitada". La previsión ahora mismo es que en agosto el proceso esté acabado, por lo que la vista podría empezar ya en la segunda quincena de junio o en julio.

Cuando la fecha esté fijada, los 36 candidatos a jurado recibirán la citación y dispondrán de cinco días para presentar excusas o alegaciones En todo caso, el primer día de la vista tienen que presentarse al menos 20 ciudadanos, de entre los que se seleccionarán los 9 jurados que participarán en la vista y dos suplentes, aunque el trámite puede complicarse con las recusaciones: en total las defensas tienen derecho a rechazar a un máximo de cuatro, lo mismo que las dos acusaciones.

De entrada, el abogado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, ve "difícil" lograr su objetivo: "tratar de buscar un tribunal lo más imparcial posible". "Lo tengo difícil", aseguró, y avanzó que les preguntará "si tienen una posición tomada al respecto". "Pienso que si la gente habla con verdad va a ser muy difícil alcanzar un tribunal independiente", sostiene, ya que, alega, "todo el mundo conoce la historia tal y como se contó" y "se magnificó más de lo que hay".

No opinan lo mismo los abogados de la acusación popular ejercida por la asociación Clara Campoamor. Ricardo Pérez no comparte la apreciación del letrado de Porto y asegura que "son personas absolutamente responsables todos los que van" al jurado. "No se van a dejar influenciar porque van a tener a vista todos los antecedentes del caso", argumenta el letrado, "y van a sentir en primer plano toda la práctica de la prueba y ahí es donde ellos van a hacer sus propios juicios".

Después del sorteo de los candidatos a jurado, que se desarrolló en la sala de bodas de los juzgados de Santiago que también acogerá la vista y en el que estuvieron presentes todas las partes, defensas y acusaciones se quedaron para hablar de las infraestructuras y medios técnicos que hacen falta, según Aranguren, "para poder llevar el juicio en unas condiciones con una dignidad mínima".