El dolor y la incredulidad reinan en Pazos y en toda la comarca de Verín. La impresión del "matrimonio cariñoso" ha rodado por los suelos tras el crimen atroz presuntamente perpetrado por su vecino Aniceto Rodríguez Caneiro, de 75 años.

"La sorpresa fue total, porque de cara al público era un matrimonio ejemplar", expresaba, con estupor, el alcalde de Verín. La localidad, abatida, arropa a los allegados desde que trascendió el crimen. El cuerpo de María Isabel fue trasladado al tanatorio, ayer por la tarde, tras la autopsia. Hoy, a las 19 horas, su parroquia natal de Pazos acoge el entierro.

Algunas hipótesis apuntan a que el hombre, que regentó en el pasado un negocio de hostelería, pudo sentir celos por la diferencia de edad con su esposa, que es la segunda. La primera mujer, con la que tenía una hija, falleció, al parecer, a consecuencia de un cáncer. En su entorno familiar se contabilizan otros casos de muertes en extrañas circunstancias. Hace unos años, un cuñado perdió la vida de un disparo. El padre de este hombre fue encontrado, muerto entre la maleza, meses más tarde, después de haberse extraviado una noche. La Guardia Civil descartó entonces hechos delictivos.

Hace solo dos meses, perdió la vida la madre de María Isabel, que se encargaba de cuidarla.

Hace ya 14 años Aniceto protagonizó su propia historia en FARO DE VIGO al mostrar una extraña roca, un "meteorito", aseguró, que había caído sobre una de sus fincas en As Ferreiras, su aldea natal de Riós donde residía hasta que se trasladó a Pazos con Isabel..