Los primeros españoles evacuados de Katmandú salieron ayer hacia Nueva Delhi, según el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo. Se trata de 36 adultos y un bebé que viajan en un avión comercial de la compañía Spice Jet. Margallo aseguró que se ha producido la muerte de una mujer española de 48 años, no a consecuencia del propio terremoto, sino por una caída accidental mientras caminaba. Los españoles atrapados en Nepal solo desean abandonar un país que se ha sumido en el caos, mientras aumenta de forma inexorable la lista de víctimas, que ya se eleva a 4.252 muertos y más de 7.000 heridos.

"Están rodeados de muertos", aseguraba el madrileño Jesús García, con cuya hija Inma, de viaje de novios con su marido británico, había logrado comunicarse tras dos días angustiosos en los que las comunicaciones quedaron rotas. Otros que estaban pasando apuros eran los 21 integrantes de la expedición organizada por el Ateneo Cultural "Jesús Pereda", vinculado al sindicato CC OO de Castilla y León, sorprendidos en un "trekking" cerca del Annapurna, y que ahora tratan de llegar a pie, ayudados por guías, hasta la ciudad de Pokhara, a pie. "El riesgo de derrumbes permanece", indicó Pablo García, hijo del exsecretario de Comunicación de CC OO de Castilla y León, Juan José García, uno de los expedicionarios.

Las autoridades han localizado ya a un total de 349 españoles, aunque se desconoce el paradero de 118. El ministro Margallo aseguró que irán siendo repatriados en vuelos comerciales conforme vayan apareciendo. El A-310 en el que el ministro Margallo viajó a Nueva Delhi despegó de la capital india hacia Katmandú y regresará a Nueva Delhi con otros 77 pasajeros y un bebé. Otro avión de Spice Jet trasladará hoy martes a entre 70 y 80 españoles.

Parte de los españoles, unos cuarenta, han sido siendo concentrados en las instalaciones de la empresa constructora gallega San José, que participa en unas obras en Nepal y que está situada cerca del aeropuerto, una instalación saturada, en la que cientos de extranjeros esperan para poder salir del país, aunque se han suspendido numerosos vuelos. La previsión es trasladar en el A-310 que traerá de vuelta al ministro a Madrid a unos 50 de los evacuados, mientras que el resto regresará en otro avión fletado por la Agencia Española de Cooperación.

Un total de 6.000 edificios han sufrido daños por el terremoto, 1.914 de los cuales están totalmente destruidos. Nepal ha pedido ayuda para poder hacer frente a la catástrofe, mientras arrecian las críticas contra el Gobierno por la falta de respuesta ante la catástrofe. Dos días después del peor seísmo que ha azotado el país asiático en ochenta años, miles de personas permanecen en las calles de Katmandú, convertidas en hogares temporales para los que han perdido sus casas o para aquellos que tienen miedo de regresar a ellas a causa de las réplicas.

Ayer no hubo réplicas, pero la sufrida el domingo, de 6,7 grados, desató el pánico entre la población y terminó de colapsar las comunicaciones en el país. El Gobierno ha habilitado 15 refugios, pero la respuesta oficial está siendo muy pobre y la gente ha tenido que recurrir a improvisar sus propias tiendas atando ropa o mantas, y a buscarse la comida y el agua. "No hay ayuda del Gobierno.

El Ejército nos está dando agua, pero para conseguirla tienes que estar en la cola horas", lamentó el indio Manoj Sah. La gente aguanta con fideos y lo que puede conseguir, mientras los precios de los alimentos se han disparado al doble. El mundo se está volcando en el envío de material de emergencia. La Coordinadora de ONG's, que agrupa a las principales organizaciones, ha reforzado sus equipos y apoyan las labores urgentes de rescate y atención a la población.