Vanuatu ha decretado el estado de emergencia tras el paso del ciclón Pam que provocó lluvias torrenciales en el archipiélago, donde viven más de 250.000 personas, con vientos huracanados de 270 kilómetros por hora. La tormenta de categoría 5, una de las más potentes que ha afectado el Pacífico Sur en años, ha causado un número indeterminado de muertos, numeroso heridos graves, miles de damnificados y cuantiosos daños materiales y en la capital, Port Vila, donde el 80 por ciento de las infraestructuras han resultado dañadas y más de 2.000 personan han sido alojadas en 26 centros de evacuación.

Unicef ha hecho un llamamiento internacional de emergencia para paliar la devastación, que ha afectado a 54.000 niños del archipiélago de Vanuatu, en el sur del Océano Pacífico, según este organismo de la ONU.

En un comunicado, Unicef -que trabaja ya sobre el terreno- señala que se necesitan dos millones de dólares para atender las necesidades humanitarias inmediatas aunque los fondos pueden ser mayores cuando se conozca el resultado de evaluaciones posteriores. Los sistemas de abastecimiento y distribución de agua han sido destruidos, con perjuicio parala mitad de la población (unas 132.000 personas), lo que aumenta rápidamente el riesgo de transmisión de enfermedades.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ofreció ayer ayuda financiera a la nación isleña de Vanuatu ante "las devastadoras pérdidas". Su directora, Christine Lagarde, " manifestó que "estamos preparados para asistir a Vanuatu con medidas rápidas y libres de burocracia para hacer frente de manera inmediata a las consecuencias de la catástrofe y reconstruir la economía en los próximos meses".