El deseo de la familia materna de Imran es que el cuerpo del pequeño descanse en el cementerio de Fuengirola -cerca de su residencia de Estepona (Málaga)- y los musulmanes residentes en Oviedo van a movilizarse para conseguir que así sea. "Hay una máxima en el Islam que dice que ser generoso con el difunto es enterrarlo. Para los de nuestra religión eso es muy importante y cuando muere un musulmán todos los demás tenemos la obligación de hacer lo que sea por enterrarlo", explica Mohammed Ismaili, presidente de la asociación de alianza hispano-marroquí "Azahara" y promotor de una iniciativa que servirá para costear el traslado del cadáver del niño que murió tras recibir una brutal paliza en un piso del barrio de Vallobín, presuntamente a manos del compañero sentimental de su madre, el gallego David F.V. La pareja está en prisión provisional por el crimen.

Ismaili ya se puso en contacto con la familia de origen marroquí para tenderle la mano. "Quieren tener al niño cerca para poder llorarlo e ir a visitar su tumba. Prefieren que descanse en Fuengirola porque el cementerio de esa localidad tiene una zona para musulmanes y está cerca de Estepona, que es donde ellos viven", asegura el presidente de "Azahara". Según pudo deducir de la conversación telefónica mantenida con una de las tías del niño, "ya tienen asumido que no van a poder enterrarlo en Marruecos por si son necesarias futuras exhumaciones". La situación económica de la familia de Fadila C. es delicada y no tiene medios para pagar un traslado "que puede ascender a más de 3.000 euros".