Un niño paquistaní de nueve meses está acusado de planificar un asesinato, amenazar a la Policía e interferir en asuntos del Estado por un error de procedimiento. El pequeño, Mohamed Mosa Khan, forma parte de un grupo de 30 acusados por robar gas en Lahore y lanzar piedras a los agentes. El pequeño compareció ante el tribunal junto a su padre, y ha sido puesto en libertad bajo fianza, tras tomársele las huellas dactilares. El ministro principal del Punjab ha pedido que se tome "severas medidas" contra los oficiales que llevaron el caso.