El ciudadano rumano detenido por la Guardia Civil tras dejar encerrado a su hijo de tres años en el coche mientras él se encontraba en el interior de un club de alterne en Vilaboa, I.T.L, declaró ante la titular del Juzgado 3 de Cangas que fue allí para buscar a un primo suyo que acaba de llegar de Rumanía y estaba "borracho".

Aseguró que su primo no podía volver a casa porque su embriaguez le impedía coger el coche, ni tampoco sabía el camino de vuelta, por eso lo llamó. Sostuvo ante la juez que apenas estuvo diez minutos en el club de alterne, tiempo que necesitó para convencer a su primo de que había que marcharse, pero no media hora como apunta la Guardia Civil. Asegura que si llevó a su hijo con él fue porque su madre también trabaja de camarera de noche, por lo que no tenía con quien dejarlo.

Recordó que su hijo, con 3 años, todavía no va al colegio y no tiene que levantarse temprano. Por su parte, el abogado defensor manifestó ayer que el niño sigue compartiendo vivienda con su padre. "Al niño se lo entregó la Guardia Civil a la madre ese mismo día, pero el niño sigue al lado de su padre". También se mostró sorprendido por el anuncio de que Servicios Sociais de Mos, localidad donde vive el progenitor con su pareja, iba a vigilar al niño. "Yo no estoy al tanto de esa información".

Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirmaron el pasado jueves que I.T. L. quedó en libertad con cargos tras comparecer en Juzgado de Instrucción 3 de Cangas de donde salió imputado por un presunto delito de abandono temporal de menor. Estas mismas fuentes explicaron que, como medida cautelar, este hombre deberá comparecer cada mes ante la autoridad judicial.