Alfonso Basterra es el contrapunto de Rosario Porto en lo relativo a su actitud en prisión. Si ella se ha adaptado y realiza ya vida social con las presas de su módulo, la situación de él es bien distinta. El padre de Asunta continúa en la enfermería del centro penitenciario coruñés debido a su estado. Fue su primer destino cuando llegó el pasado 27 de septiembre y allí sigue. Su comportamiento y su trato con los demás internos de Teixeiro es mucho más controvertido y retraído.

El periodista está tomando medicación, aún que no ha trascendido el motivo. Basterra, al que en las salidas de prisión para las comparecencias judiciales o para el registro realizado el viernes en el chalé de Teo se le ha visto taciturno, tiene, igual que Porto, un preso sombra que siempre está pendiente de él. Pero habla poco con este hombre y lo justo con el resto de los internos que se encuentran como él en la enfermería.

En el caso de delitos como los que mantienen encarcelados a los padres de Asunta, Instituciones Penitenciarias pone en marcha medidas de protección como los presos sombra y el protocolo relativo a suicidios.

Desde el viernes con una imputación de asesinato a sus espaldas, en el auto inicial donde se decretó el ingreso en prisión provisional de Basterra y Porto el juez justificaba esta medida, además de por la gravedad de los hechos que se les atribuyen, por riesgo de fuga. Ella porque tiene "medios económicos" y "contactos con otro país", en referencia a Marruecos. Él, por su escaso "arraigo" en Compostela salvo "alguna amistad".