Un matrimonio de Filadelfia ha dejado morir a su bebé por no acudir al médico por motivos religiosos. Hace cuatro años ya fueron condenados a 10 años de cárcel por la muerte en similares circunstancias de otro hijo, pero no fueron a prisión a condición de cuidar del resto de sus vástagos correctamente. El último bebé falleció tras pasar varios días con problemas respiratorios y diarrea. En vez de llevarle al hospital, sus padres rezaron por su curación.