Durante un mes desayunó, comió, cenó y durmió en un céntrico hotel vigués en el que se alojó con su esposa y su hijo mayor de edad. De profesión agente inmobiliario, conocía al dueño del establecimiento por haber sido compañeros en el colegio y se hospedó allí porque estaban haciendo obras en la casa de su suegra. Pero nunca pagó la factura, que asciende a 6.775 euros, Más de cuatro años después, el caso llegó ayer a juicio: la Fiscalía pide para F. J. S.M., descendiente del conocido compositor ponteareano Reveriano Soutullo, una condena de un año y medio de prisión como presunto autor de un delito de estafa.

El hombre se alojó en el hotel entre el 28 de agosto y el 29 de septiembre de 2008. "Me dirigí al dueño por amistad, porque habíamos estudiado juntos; nunca tuve la intención de no pagar, pero estaba pendiente de varias operaciones, no las cerré y me fueron las cosas mal; en cuanto pueda pagaré, incluso con intereses", dijo el acusado, que al irse del hotel firmó un documento reconociendo la deuda. El dueño del establecimiento se sintió "engañado" por su cliente. "Algo me había comentado de sus problemas financieros, pero decía que estaba tramitando la venta de unos bajos en García Barbón y que pensaba solventarlos; llegué un momento en el que le dije que si no podía pagarme no podía desayunar, comer, cenar y dormir en el hotel; siempre me dijo que me iba a pagar y han pasado años y nada", señaló.

La Fiscalía considera acreditado el delito de estafa porque hubo "engaño". "Con su comportamiento no le dio a entender al dueño del hotel que no iba a cumplir con el pago", argumentó la fiscal. Mientras, la defensa solicita la absolución al considerar que este caso no debe dirimirse en la vía penal. Para la abogada, no hubo engaño. "No tuvo intención de no pagar, no hubo ánimo de lucro", concluyó.