El empresario pontevedrés Valentín Temes Coto, espera impaciente en el banquillo de los acusados del Tribunal Oral Económico 13 de Buenos Aires poder defenderse. Se enfrenta apenas de hasta 16 años de prisión como presunto cabecilla de la rama argentina de una organización internacional dedicada al tráfico de cocaína a gran escala que viajaba oculta en contenedores de su empresa de frutas Frutol (asentada en la localidad argentina de Rionegro) a puertos españoles, fundamentalmente a Vigo, donde fue detenido su primo, el empresario mosense David Temes que espera juicio en la Audiencia Nacional con los otros 64 detenidos, entre ellos el mexicano Nicolás Rivera, considerado jefe del cártel colombiano dueño de la droga.

La gran operación antidroga, sin embargo, se desinfla en Argentina. De los diez implicados iniciales solo quedan en el banquillo el empresario estradense, su secretario Claudio Maidana y Nelson Henriksen, quien empacó las cajas de manzanas en las que luego se hallaron los 3.500 kilos de coca.

Tras varias demoras por recusaciones de magistrados y fiscales, en las ocho jornadas celebradas en las últimas semanas tan solo ha finalizado la lectura de cargos de la Administración federal de Ingresos Públicos (AFIP) y habrá que esperar al lunes para oír la del fiscal. La vista oral se desarrolla de forma lenta y accidentada. Primero porque los tres funcionarios de Aduanas que compartían banquillo con Temes Coto han sido excluidos del juicio, pendientes de un recurso que presentaron y no se resolvió. Un criterio que no se aplicó al empresario gallego, cuya letrada expuso considera "inexplicable" que la vista continúe sin los aduaneros por cuyo control pasó supuestamente la droga.

El juicio se celebra un par de días por semana y estaba previsto que se prolongara 6 meses ya que han sido citados 300 testigos, entre ellos algunos de los policías españoles que desarticularon la organización internacional. Pero probablemente se alargará ante las numerosas dilaciones: desde un magistrado que tropieza y se lastima la cabeza a un calor sofocante que obligó a dejar la lectura de acusación del AFIP para otro día, o demoras de hasta cinco horas porque el fiscal se encontraba en otro juicio.

La defensa de Temes Coto también solicitó la suspensión de la vista al considerar que había "nuevos elementos" que añadir a la causa. Y es que la Audiencia Nacional española, que investiga al grueso de la organización internacional de narcos, ha sobreseído la causa contra la exmujer de Temes Coto, Flora Chao. que pasó varios meses en prisión provisional Su letrada, Ana Baldán, expuso ante el tribunal bonaerense que en España "se ha demostrado que no fue Flora Chao la que habló en una de las cintas clave, sino una empleada venezolana" y añadió que también "quedó demostrado por una pericia oficial que la escritura de la famosa servilletas donde se habrían escrito detalles de la operación frustrada de narcotráfico no tienen nada que ver con David Temes Arnosi, primo de Temes Coto y uno de los principales imputados". Además, solo se han enviado cinco grabaciones con escuchas de la causa española, cuando cientos.

Durante la lectura del escrito de cargos, cobró relevancia para la defensa de Temes Coto -que niega su participación en el narcotransporte- la declaración del chófer Miguel Suárez, quien dijo que en Allen no sólo cargó cajas de manzanas en el frigorífico que administraba Hinricksen sino que además agregó cuatro pallets "sin enfriar" en el empaque de la calle Primeros Pobladores, también a cargo de Hinricksen. También se relató que los camiones de Excer con las manzanas estuvieron estacionados en la plazoleta de Capitán Cortes, en Retiro, durante tres días antes de ser llevados al puerto. En el contenedor del puerto de Buenos Aires se incautaron 1.405 kg de cocaína de una pureza de 85 por ciento. El resto de la droga fue intervenida en un buque que estaba ya el puerto de Santos en Brasil.

Los abogados defensores apuntan que la operación fue incitada por infiltrados de la DEA, un papel que atribuyen a Jacques Joubert y Gustavo Váldez, "los canadienses", que se libraron de ser imputados. Consideran que se trata de un delito inducido y que por eso tampoco llegaron a juicio el encargado de logística de Frutol y la empresa de transportes Excer.