Rodrigo Maseda Lozano tenía 35 años. Era el compañero de patrulla del agente fallecido, Javier López López, y ayer, a las cinco y media de la mañana, iba también de paisano. Era natural de Burela y estaba soltero aunque tenía pareja. Estaba afiliado al sindicato Confederación Española de Policía y, siempre que podía, volvía al pueblo lucense en el que había nacido. Colaboraba con el Club Deportivo Burela Fútbol Sala y se unía a sus partidos. Tenía un hermano y había estado destinado en el País Vasco. Ingresó en el cuerpo en el año 2000.