La joven de 31 años acusada de acuchillar a su exnovio en Baiona para defenderse presuntamente de una agresión convivía con este hombre pese a que él tenía –y tiene– en vigor una orden de alejamiento que le impedía aproximarse a la mujer y que le fue impuesta por un episodio anterior de violencia de género. Así lo han admitido ambos en sus primeras declaraciones judiciales tras el último suceso, ocurrido hace casi dos semanas: la mujer fue interrogada pocos días después, pero la comparecencia de su excompañero sentimental se demoró hasta ayer ya que se estaba esperando a que recibiese el alta hospitalaria tras permanecer ingresado en Povisa por las dos cuchilladas que recibió en el abdomen. Si ella había declarado que asestó las puñaladas al hombre para defenderse de una paliza que él le estaba propinando –y por la que también precisó asistencia sanitaria–, el hombre al parecer manifestó que no se acordaba mucho de lo sucedido ese día.

Los hechos ocurrieron el pasado 30 de enero en la casa de la joven en Sabarís y ahora ambos miembros de la pareja tienen la doble condición de imputados y perjudicados en la investigación que ha asumido el Juzgado de Violencia sobre la mujer de Vigo. El juez atribuye inicialmente a Cristina G.D. un presunto delito de homicidio en grado de tentativa por el ataque con arma blanca. En el caso del hombre, Alejandro S.G. –que declaró ayer ante magistrado, fiscal y abogados solo horas después de abandonar el hospital–, la imputación es de un delito de quebrantamiento de condena por incumplir la orden de alejamiento –que sigue en vigor hasta el próximo 8 de marzo– y de otro delito de malos tratos por la agresión que supuestamente sufrió la mujer.

Ventana

Los dos admitieron que residían juntos y que incumplieron la orden de alejamiento impuesta judicialmente. Lo que no está claro son las circunstancias concretas de esa convivencia con respecto al pasado 30 de enero, ya que el hombre entró en la casa por la ventana. Alejandro presuntamente agredió a la joven y esta lo atacó con un cuchillo para defenderse. Inmediatamente después salió a pedir auxilio y los servicios de emergencia del 061 evacuaron a ambos a distintos centros sanitarios.

En la jornada de ayer, además de prestar declaración, Alejandro S.G. fue también examinado en la clínica forense. Abandonó los juzgados, acompañado por su letrado, poco antes de las cinco de la tarde.