Cinco años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación en concurso con delito de allanamiento de morada, y tres faltas de malos tratos con multa de 1.800 euros. Esta es la condena que solicita la Fiscalía para cada uno de los cinco integrantes de la violenta banda de colombianos que, pistola en mano, asaltó el chalé de José Luis Cabarco, un mayorista de pescado, en Nigrán en 2009.

Los atracadores, encapuchados y armados, intimidaron de noche al propietario de la vivienda y a sus tres hijos menores de edad. Tras maniatar al padre de familia, le obligaron a abrir las tres cajas fuertes de la casa y se llevaron 8.500 euros en efectivo, dejando las joyas.

Tal como en su día denunció la familia, los atracadores conocían el interior de la vivienda (accedieron por la puerta que da a la despensa y que estaba abierta) y la localización de cada una de las cajas fuertes, hasta las que guiaron directamente al mayorista de pescado. Por eso en el banquillo de los acusados se sentará un exempleado de la víctima, Jorge Ricarte Calles Vanegas, que tras finiquitar en malos términos la relación laboral que hasta finales de 2007 mantuvo con José Luis Cabarco, ofreció a distintos grupos de atracadores el asalto a la casa de su jefe y, según la fiscalía, participó en el atraco.

Los hechos tuvieron lugar el 13 de abril de 2009. El escrito de acusación del Ministerio Público sostiene que pasada la medianoche, los acusados Milton Andrés Salazar, Edgar Alexis Jiménez Campos, Wiamer Nieva Arboleda, Jorge Ricarte Calles y Anziar Augusto Jiménez Zarza, sin descartar la participación de otros individuos que no han podido ser identificados, acudieron al chalé de Nigrán. Cuatro de ellos "cuya identidad concreta no ha podido determinarse", entraron en la casa con pasamontañas, guantes y armados con dos pistolas y un cuchillo, mientras los demás realizaban labores de vigilancia.

Tras abalanzarse sobre José Luis Cabarco, que estaba en el sofá del salón, y forcejear con él "con ánimo de maltratarlo", le ataron las manos a la espalda con bridas y le preguntaron por los niños que había en la casa. Los tres menores, de 14, 11 y 3 años, permanecieron vigilados por uno de los asaltantes. La mayor comprobó como su guardián hablaba por el teléfono móvil, mientras que la niña mediana intentó huir con su hermano pequeño por una ventana al jardín, según la acusación pública. Los dos niños fueron atrapados por uno de los asaltantes que "con ánimo de maltratarlos agarró a la niña del pelo, la empujó con su hermano al suelo y le propinó dos bofetadas, llevándolos hasta la despensa donde estuvieron hasta que se reunieron con su padre". Mientras tanto, los atracadores conminaron al progenitor: "Ábrenos las tres cajas fuertes, que sabemos que tienes tres". La víctima les entregó 5.400 euros que tenía en sobres en la cocina, después fueron a la caja fuerte de la cocina, donde cogieron 3.000 euros y dejaron las joyas, y después le condujeron al desván, donde había otra caja en desuso. Ni la niña ni su progenitor sufrieron lesiones, según el escrito de acusación.