El máximo responsable de la Guardia Civil de Tráfico, el teniente coronel José Hermida, achacó ayer como una de las posibles causas del siniestro del autobús que se produjo el pasado 2 de octubre en la carretera entre Caldas y Catoira a una "velocidad inadecuada" –que no excesiva– por parte del vehículo, al no ajustarse al mal tiempo que reinaba ese día.

En el siniestro falleció Carlos Ramas, de 31 años, y sufrieron lesiones diversas veintiocho viajeros del ómnibus, que acudían a una boda. Todos lo ocupantes eran vecinos de A Pobra que se trasladaban a la ceremonia que iba a tener lugar en Redondela cuando el autocar volcó.

José Hermida explicó en declaraciones a Efe que las "condiciones climatológicas no eran las más favorables ese día" y que "hay que distinguir entre circular a velocidad excesiva e inadecuada. El autocar podía no superar la velocidad autorizada pero tenía que adaptarse a las circunstancias", señaló el responsable de Tráfico, que manifestó que la Guardia Civil así lo determinó tras analizar las circunstancias en que se produjo.

El gerente de Transportes Muñiz, en base a lo expuesto por el conductor y de algunos pasajeros, declaró entonces que el autocar circulaba despacio.