El viento sopló con fuerza, con rachas que alcanzaron los 108 km/h en Oia; hubo olas de hasta ocho metros en un alborotado mar y los chubascos, aunque menos importantes, fueron en algún momento intensos. Éste fue el escenario de ayer en las zonas costeras de las provincias de Pontevedra y A Coruña, que permanecieron en alerta roja por el temporal que irrumpió en Galicia en pleno puente. Pero si la jornada del sábado finalizaba de forma trágica con la muerte de una viguesa en Marín golpeada por una carpa debido a una fuerte racha de viento, ayer las incidencias fueron casi todas menores y consistieron la mayoría en caídas de árboles y vallas o desprendimientos sin consecuencias. El suceso más grave ocurrió en el municipio pontevedrés de Cotobade, donde un rayo provocó daños en la iglesia de Rebordelo y dejó sin suministro eléctrico y teléfono a los vecinos de esta parroquia.

La alerta roja activada ayer en el litoral pontevedrés y coruñés dio pasó desde esta pasada medianoche a una alerta naranja que hoy al mediodía se convertirá en amarilla y que en principio se desactivará esta noche. "El riesgo en la costa va a ir disminuyendo poco a poco y el martes [por mañana] ya será un día más tranquilo", afirmaba un técnico de MeteoGalicia, que sobre la jornada de ayer destacó que lo más notorio, y de ahí la razón de que se activase el nivel de máxima alerta, fue el "fuerte viento y el oleaje", que fueron remitiendo a lo largo del día.

En el mar las olas alcanzaron los ocho o nueve metros; fue el caso de Cabo Silleiro. La flota estuvo amarrada y no hubo incidencias, con la excepción del rescate de un velero por parte del remolcador Don Inda: navegaba con dos personas a bordo y tuvo problemas en el timón a 50 millas de Fisterra.

El viento –que en general en la costa se mantuvo en valores medios de 80 km/h– compartió protagonismo con el fuerte oleaje: las rachas alcanzaron los 108 km/h en Oia, y en otros puntos de la provincia pontevedresa hubo también altos valores, como los 81 km/h de Redondela. En Ons o Sálvora se superaron los 90. La mayor racha de Galicia, sin embargo, fue en la estación de montaña del Xares, en A Veiga (Ourense), con 116 km/h. "Además de la alerta en la costa, había una amarilla por vientos en el interior, en zonas montañosas", afirman en MeteoGalicia, que añaden que los valores por lluvias no fueron muy significativos y se mantuvieron de media por debajo de los 20 litros por metro cuadrado: "El fenómeno adverso era por viento y olas".

En el suceso de Cotobade, el rayó cayó de madrugada y provocó graves desperfectos en la cúpula de la iglesia, del siglo XVIII. El pararrayos no estaba activado y uno de los sillares de piedra de la cúpula se desplomó al atrio. La instalación eléctrica del templo resultó calcinada.