El estado de José Manuel Pérez Míguez, de 35 años y único superviviente del trágico suceso en la ría de Noia que costó la vida a dos submarinistas, no reviste gravedad aunque sufre un fuerte "shock" psicológico. El vecino de Porto do Son, aunque natural de Ribeira y propietario de un bar, fue trasladado a Vigo por el helicóptero Helimer 211 tras culminar el rescate marítimo.

Una ambulancia medicalizada con base en Mos lo recogía a las 3.53 horas de la madrugada del domingo en el aeropuerto de Peinador con síntomas de hipotermia y lo trasladaba al hospital Xeral, a donde llegaría a las 04.34 horas.

"Estaba consciente, pero tenía un shock muy grande porque él mismo, abrazándose a los cuerpos de sus amigos, los mantuvo cerca. Por eso se pudieron localizar a los tres". Así describió el alcalde de Porto do Son, Xoán Pastor, el estado del superviviente, que se mantuvo pendiente de los cuerpos sin vida de sus compañeros hasta ser rescatado con vida por los equipos de salvamento.

Había pasado en el agua al menos cuatro horas desde el accidente. Fuentes del Hospital Xeral confirman que ingresó, aunque fue trasladado luego debido al agravamiento de una enfermedad que sufría previamente y que pudo empeorar a causa del accidente.

A última hora de la tarde, el Servicio Galego de Saúde (Sergas) confirmó su traslado a otro centro hospitalario. Era el mayor de los ocupantes de la planeadora siniestrada y pudo salvarse, según Protección Civil, porque iba en la proa.