El caserón de Vista Real, otrora emblema de la familia Charlín en Vilanova de Arousa, tiene sobre él un expediente de demolición debido a las obras de remodelación que ejecutó, sin ningún tipo de licencia, la familia del patriarca antes de ser intervenido por la Audiencia Nacional.

La situación arranca a principios de los 90, cuando una sociedad vinculada a la familia Charlín, Roxeixán S.L., solicitó licencia de remodelación del pazo. Una comprobación realizada por los técnicos municipales descubrió que lo que se está ejecutando no se ajustaba a las directrices de Patrimonio, ni tan siquiera al proyecto presentado en el Concello, por lo que emitieron siempre informes desfavorables. Las infracciones le fueron comunicadas a la familia para que paralizase la obra, pero hicieron caso omiso y continuaron adelante.

Esta remodelación les valió la apertura de un expediente de reposición de la legalidad a instancias de la Dirección Xeral de Patrimonio y que ejecutó el Concello de Vilanova. Dicho expediente se inició en 1994 y se finalizó en 2001, exigiendo el derribo de todo lo construido por la familia Charlín, aunque nunca se llegó a ejecutar la orden por la intervención de la Audiencia Nacional.

Pazo destrozado

Construido en el siglo XVIII, el pazo se encontraba catalogado y contaba con el más alto grado de protección integral. Sin embargo, la remodelación lo destrozó al no respetar en absoluto su diseño original: se varió la pendiente y forma de la cubierta, así como los huecos de la fachada trasera incluyendo dos arcos con cristaleras –algo impensable en un pazo del siglo XVIII–. Además, se registró un apreciable incremento de volumen y altura, mientras que en el interior se tiraron todas las paredes para dar una ambientación barroca que nada tiene que ver con una casa paciega gallega, como se refleja en la ficha urbanística del pazo que existe en las Normas Subsidiarias de Vilanova.

El edificio saldrá a subasta en octubre a un precio de salida de unos dos millones de euros. Por ese coste, lo más probable es que acabe en manos privadas. Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que la subasta quede desierta, lo que permitiría al Concello o a otra administración optar a gestionar el pazo. De hecho, el Concello ya hizo pública una propuesta de convertirlo en un centro de día, mientras los colectivos antidroga reclaman su reconversión en espacio destinado a fines sociales, haciendo con Vista Real un proceso muy semejante al que se llevó a cabo en Pazo Baión.

Entre los colectivos existe cierto temor a que regrese a las manos de sus antiguos propietarios. Y es que cualquier miembro de la familia Charlín que no se encuentre imputado en una causa es libre de acudir a la puja y recuperarlo. Además piden al Concello y a Patrimonio que se restituya la legalidad y que el pazo vuelva a su condición original.