Mercantes, pesqueros, submarinos... y ahora motos de agua y buzos profesionales. Los narcos agudizan el ingenio para introducir grandes alijos de droga en España por la costa. Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria ha permitido desarticular una red de narcotraficantes que empleaba buzos y motos de agua para trasladar fardos de hachís desde Marruecos a Málaga. Un sistema que denominaban "El infalible".

Los delincuentes fondeaban la droga en unas coordenadas previamente acordadas. Después, un buzo la recogía y amarraba el fardo a una moto acuática para llevarla hasta las proximidades de la orilla. La operación se saldó con ocho detenidos y la incautación de 1.158 kilos de hachís, 700 de ellos recuperados del fondo del mar.

Cinco españoles, dos marroquíes y un británico idearon el sofisticado sistema con el que estaban convencidos de que la Policía "nunca" descubriría los fardos, que podrían ser trasladados por una moto acuática "sin levantar sospechas" hasta la orilla, según destacó este jueves el comisario jefe del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco), Ricardo Toro, en rueda de prensa en el Complejo Policial de Canillas, en Madrid.

El comisario explicó cómo una sección de la organización introducía la droga, procedente de Marruecos, en una embarcación semirrígida para fondearla y anclarla, durante las primeras horas de la mañana "a plena luz del día", a unos 20 metros de profundidad en un punto cercano a la costa española.

Una vez que la rama española marcaba el lugar con una boya, actuaba un buceador malagueño, de 28 años de edad y sin antecedentes, que, provisto de un equipo de respiración autónoma, se sumergía y amarraba con un cabo los fardos a una moto acuática. La tercera fase consistía en arrastrar el estupefaciente a diez metros de la orilla para enterrarla a tres metros de profundidad. Ya en plena noche, otros miembros del grupo tiraban con un todoterreno del cabo al que iban atados los fardos.