La localidad coruñesa de Curtis registró ayer un trágico suceso relacionado con rencillas y disputas vecinales. Un hombre de 68 años de edad mató con un cuchillo a una vecina y luego se suicidó. Los hechos sucedieron sobre las dos y media de la tarde en el número 22 de la avenida de Lugo, en el núcleo urbano de Teixeiro.

El supuesto agresor, José Martínez García, soltero y natural de Santaia, en el mismo municipio de Curtis, residía en el 2º C, mientras que la víctima, de 47 años, vivía en el piso superior, el 3º C, con su marido. Concepción Sánchez Tomé y Carlos Pintor Pazo eran naturales del vecino municipio de Vilasantar, pero residían en Curtis desde hacía años.

Un cuchillo en el pecho

Sobre las dos y media de la tarde, el Servizo de Emerxencias 112 recibió una llamada advirtiendo que una mujer se había caído por unas escaleras y de que tenía un arma blanca clavada en el pecho. Según informó la Guardia Civil, el supuesto agresor atacó a la mujer con un cuchillo en las escaleras del inmueble y ésta cayó rodando hasta la entrada del edificio.

Hasta Teixeiro se trasladó un helicóptero medicalizado y agentes del instituto armado, que se encontraron el cuerpo de la mujer tendido en el suelo. Los servicios médicos sólo pudieron certificar su muerte. El supuesto asesino se encerró luego en su casa, donde se quitó la vida con un arma blanca.

Según comentaban los vecinos que se acercaron ayer por la tarde hasta el lugar de los hechos, el marido de la víctima, que trabaja en Industrias Losan SA, había llegado a casa poco antes y normalmente la mujer le salía a esperar a la puerta, dados los problemas de convivencia con el supuesto homicida. “Tenían problemas, había cosas, pero nunca se pudo pensar que se llegase a esto”, lamentaba uno de ellos.

Según manifestó la Guardia Civil, todo apunta a que el crimen está relacionado con las disputas vecinales que enfrentaban al matrimonio y al supuesto agresor desde hacía años. De hecho, se habían denunciado mutuamente por amenazas e insultos y hoy debían declarar en el Juzgado de Betanzos. La mala convivencia ya les había enfrentado en anteriores juicios.

Hasta el lugar se trasladó una unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil para recabar pruebas, un forense y el juez, que ordenó el levantamiento de los cadáveres cuatro horas después. Hasta ese momento, alrededor de medio centenar de vecinos permanecían en los alrededores del inmueble, en el que hay unas nueve viviendas y sólo dos desocupadas.