La asesina de ancianas se exculpa y responsabiliza a otra mujer de las muertes

Remedios S.S, la 'asesina de ancianas' de Barcelona, ha roto hoy el silencio en el que estaba sumida desde que fuera detenida en 2006 para exculparse del asesinato de tres ancianas y culpar a Mari, una auxiliar de enfermería argentina a la que había realquilado una habitación, alegando que ella sería "incapaz de hacer algo así". Durante el proceso, que comenzó hoy la imputado culpó a los medios de comunicación de su situación, ya que, según ella, las seis ancianas que sobrevivieron a sus ataques y que la han reconocido como su agresora, lo han hecho porque la han visto en televisión.

La procesada, una gallega de 50 años, fue detenida en julio de 2006, sólo cuatro días después de llevar a cabo su último crimen, el de María S.R., de 76 años, a la que estranguló valiéndose de un trapo y una toalla en su casa de la calle Muntaner. De allí se llevó "innumerables" joyas, 500 euros, monedas antiguas y varias libretas bancarias de las que no consiguió sacar dinero. Algunos efectos fueron recuperados en casa de la acusada.

Pero éste sólo fue la última de sus agresiones. La primera víctima fue Josefa C.V., de 83 años, a la que había conoció en casa de una amiga. A Josefa la intentó acuchillar, aunque finalmente la estranguló antes de hacerse también con sus pertenencias, según la Fiscalía. Además consiguió joyas y dinero en casa de Adelaida G.C., de 96 años, a la que golpeó de forma reiterada para anular sus "escasas" fuerzas y después la estranguló con una toalla. Otras seis ancianas fueron atacadas, aunque, en estos casos, Remedios S.S no pudo terminar con sus vidas.

Desde su arresto, la imputada se había negado a declarar ante los Mossos d'Esquadra y el juez instructor, siguiendo los consejos de su antiguo abogado, Sin embargo, a preguntas de su nuevo letrado, ofreció detalles sobre cómo conoció a Mari, a la que ahora ella inculpa de los asesinatos. Según relató, ella decidió alquilarle una una habitación a la argentina después de terminar una relación de tres años tras descubrir que su marido le engañaba con otras mujeres. "Estaba muy mal, bebía mucho y mezclaba medicamentos", explicó la acusada que, dijo, alquiló la habitación para tener compañía.

Así, relata la acusada durante su intervención, para que superase su depresión Mari le pedía que la acompañara a visitar a las ancianas que cuidaba y la ayudara a atenderlas, por lo que reconoce que estuvo en varios de los pisos donde se cometieron los crímenes. Ante esto, remedios explicó que si sólo se encontraron las huellas y no las de Mari es porque ésta siempre llevaba guantes de látex. "Ahora me doy cuenta de que quería dejar mis huellas y no las de ella", afirmó.

La reconocieron por la tele

En cuanto al hecho de que las seis ancianas que sobrevivieron a los ataques la hayan reconocido como su agresora, Remedios echó la culpa a los medios de comunicación que difundieron su imagen, algo que podría haber influido en las ancianas. Además dijo que ella y Mari se parecían mucho: "Es un poco más alta que yo y un poco más gruesa" y tiene el pelo corto color caoba.

Por último, para justificar la presencia de algunas de las joyas propiedad de las víctimas en su casa, 'la asesina de viejas' señaló que Mari no podía pagar el alquiler porque había mandado dinero a su país de origen, así que le ofreció a entregarle unas joyas de "mucho valor sentimental" para ella, según le dijo, hasta que reuniera el dinero. Remedios S.S asegura que se negó a aceptarlas porque no se "fiaba" de ella, pero Mari metió varias joyas en una bolsa de plástico y las dejó sobre la encimera d ela cocina, donde permanecieron hasta que fue detenida.