El balance millonario de dinero, bienes y empresas incautadas en la operación que desmanteló el pasado mes de enero la supuesta red de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico del vigués Juan Carlos González Martín, "Culebra", tiene efectos colaterales. Al menos medio centenar de pequeños empresarios, que se han reunido como damnificados, denuncian que están avocados al cierre si las promotoras intervenidas judicialmente, integradas en el Grupo Iglepor que dirigía Carlos Rocha, -en prisión como supuesto testaferro de "Culebra-, no les pagan lo que les adeudan.

Una cantidad que cifran en millón y medio de euros, frente a los más de 100 millones que habrían sido incautados al grupo desmantelado. Todos ellos, con empresas de 3 ó 4 trabajadores, aseguran que se trata de negocios legales y que tienen las facturas y los pagarés que así lo prueban.

Calculan que de forma directa o indirecta están afectadas unas 500 familias. Entre los empresas figuran especialistas de todo el ramo de la construcción asetnadas en Tui, Gondomar, Baiona y Pontevedra: excavaciones, forjados, fontanería, electricidad, aluminio y hasta cemento. "El Grupo Iglepor es un conglomerado de una treintena de empresas de construcción, y probablemente hay muchos más afectados, porque no todos trabajamos en las mismas obras ni para las misma firmas del grupo", explican.

Mientras Juzgado, Fiscalía y Agencia Tributaria estudian cómo gestionar las promotoras intervenidas dado el enorme volumen de negocio del Grupo Iglepor y ahondan en las posibles vías del blanqueo, los acreedores reclaman medidas urgentes para salvar sus puestos de trabajo.

"Hasta ahora Iglepor era solvente y tiene importantes promociones prácticamente vendidas en su totalidad. También se pueden salvar las que están en marcha, pues tienen las hipotecas concedidas y sin ejecutar", aducen.

Del peso de Iglepor en el sector de la construcción da cuenta su página web. Entre las promociones ya construidas se encuentran el centro comercial Ramallosa (Nigrán), varias construcciones en Romana Baja, chalés en Percibilleira (Baiona) y numerosos inmuebles de pisos y apartamentos en los más caros enclaves de veraneo de las Rías Baixas. Entre las promociones en curso destaca el centro comercial de O Calvario en Vigo -en el antiguo edificio de Bodegas Bandeira-, todavía en proyecto de construcción, y varios inmuebles y chalés terminados, o a punto de ser entregados en Vigo y su área.

Los acreedores estarían dispuestos a cobrar en pisos, pero les han informado de que las obras están hipotecadas. No obstante, con la venta de lo construido daría más que suficiente para pagarles, ya que Iglepor tiene obra terminada para vender valorada en 17.502.440 euros.