Una mujer rumana de 36 años murió ayer en Burriana (Castellón) supuestamente degollada por su marido -que después se intentó suicidar-, sobre quien pesaba una orden de alejamiento desde febrero.

La víctima, identificada como L.D.D., es la decimoséptima mujer que fallece este año en España a consecuencia de la violencia doméstica. El supuesto agresor, A.D.G., de 45 años y de la misma nacionalidad que su esposa, acudió en torno a las nueve de la mañana al colegio donde estudia su hijo pequeño, de 14 años -la pareja tiene también una hija de 17-, a quien convenció de que le dejara sus llaves alegando que se las había olvidado y necesitaba coger algo del interior del piso.

Al entrar en la vivienda, la madre de la víctima -que residía junto a ella desde hace semanas, al parecer para ayudarla durante el proceso de separación- salió corriendo hacia el cercano cuartel de la Guardia Civil para avisar de su presencia y alertar de las consecuencias que podría tener para la seguridad de su hija.

Sin embargo, los guardias civiles que acudieron al primer piso del número 36 de la calle de Finello no pudieron acceder a él al estar atrancada la puerta principal y, tras entrar por el patio de luces, se encontraron a la mujer ya muerta y al marido herido muy grave, ambos con profundas heridas en el cuello.

Según algunos vecinos, durante unos diez minutos se escucharon muchos gritos procedentes del piso. El supuesto agresor está ingresado en el hospital comarcal de Vila-Real y se teme por su vida, debido a la gravedad de la herida que se infringió. El Ayuntamiento de Burriana ha declarado hoy día de luto oficial.