El “descanso activo” de Isaac Peral en Mondariz

El inventor del submarino no solo era un habitual del balneario, sino que ideó cómo modernizarlo

Isaac Peral, en el centro, sentado y con traje claro, 
junto a otros residentes con los que 
coincidió en Mondariz.   | // B.M.

Isaac Peral, en el centro, sentado y con traje claro, junto a otros residentes con los que coincidió en Mondariz. | // B.M. / Rafa López

Rafa López

Rafa López

Isaac Peral, inventor del primer submarino torpedero de propulsión eléctrica y plenamente funcional, fue no solo un cliente habitual del Balneario de Mondariz, donde cuidaba su maltrecha salud, sino que contribuyó con su ingenio a modernizar este establecimiento, que cumple siglo y medio de existencia. De este tema versará una charla que ofrecerá el próximo jueves (19.00 horas) en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo (EMAO) el empresario y escritor Salvador Fernández de la Cigoña Fraga.

En esta conferencia, dentro del ciclo “La historia y sus personajes”, dentro de la celebración del 150 aniversario del Balneario de Mondariz, Fernández de la Cigoña mostrará fotografías desconocidas de las estancias del científico y marino en la villa termal, y su visita al Castillo de Vilasobroso. El científico cartagenero entabló amistad con los hermanos Peinador, fundadores del balneario, y llegó a idear la electrificación de varias dependencias del mismo a partir del caudal del río Tea.

Cuentan las biografías que Isaac Peral (Cartagena, 1 de junio de 1851-Berlín, 22 de mayo de 1895) sufría de problemas de salud a partir de 1881, cuando, en una peluquería de Filipinas, sufrió un corte en la sien que no curó debidamente y degeneró en un tumor. El ingeniero visitaba Mondariz cuando podía para cuidarse, y allí entabló amistad con Emilia Pardo Bazán, llegando a formar parte de la pandilla veraniega de las escritora. De aquellas estancias quedan fotografías con personajes célebres y su firma en el libro de oro del establecimiento.

Después de que las autoridades españolas desecharan su invento, Isaac Peral dejó la Marina y fue operado de cáncer en Madrid. Corría 1891 y el ingeniero se dedicó al trabajo civil, llegando a fundar varias compañías relacionadas con la energía eléctrica.Su estado de salud empeoró en torno a 1892 y ya no volvió a Mondariz. Murió en 1895, a diez días de cumplir 44 años, en Berlín, donde había acudido para ser operado de su cáncer por el mejor especialista europeo de la época.

Empresarios de Mondariz pusieron en marcha posteriormente su proyecto de electrificación, que contribuyó a modernizar la villa termal.