ABUSOS SEXUALES A NIÑOS

Nazaret: el peor caso de pederastia de la historia de Baleares

Tras casi cuarenta años de silencio, varios antiguos internos en el centro de menores de Palma relataron las agresiones sexuales que sufrieron a manos de uno de los trabajadores

El denunciante, Toni Estela (derecha), junto a su abogado, Francisco Fernández Ochoa.

El denunciante, Toni Estela (derecha), junto a su abogado, Francisco Fernández Ochoa. / B. RAMON

Xavier Peris

Un vídeo lo cambió todo. En octubre de 2022 Toni Estela, de 52 años, se presentó en una casa de Son Sardina, en Palma, donde vive F.C.M.F, el hombre al que acusa de haberle violado reiteradamente a lo largo de casi una década, en los años 80, cuando la víctima tenía unos diez años y el agresor unos 25 y trabajaba en el centro de menores de Nazaret. Estela se puso a gritarle desde el otro lado de la valla hasta que consiguió que le abriera la puerta.

—¡Tú abusaste de mí de niño! ¡Hacías que te la chupara! ¡Me decías yo me lavo y tú me la chupas!— le espetó Estela.

—Igual pudimos hacer algo hace treinta o cuarenta años, pero yo ya lo olvidé y me arrepentí— responde el hombre, que actualmente tiene 68 años—. (...) En la vida tenemos épocas en que no nos damos cuenta y a veces fallamos. ¿Pero quién es perfecto? Reconozco que tuve mis fallos. Por favor, Toni, no seas rencoroso.

La escena fue grabada en vídeo y Estela la colgó en las redes sociales. El incidente pasó desapercibido, pero no para otros antiguos internos de Nazaret, que dieron una dimensión mayor al caso. "Todo lo que dice Toni Estela es verdad, y él no fue la única víctima", manifestaron. "Decenas de niños, entre treinta y cincuenta, fuimos violados durante una década por ese trabajador que en teoría se encargaba de cuidarnos. Cometía la agresiones sexuales por las noches, cuando venía al dormitorio común del centro y se llevaba a uno de nosotros a su habitación, y también durante excursiones y viajes a los que nos invitaba a sus favoritos".

Estas denuncias revelaron la situación que se vivía en el centro de menores de Palma en aquellos años. La actuación del presunto depredador sexual, que se prolongó durante la década que estuvo trabajando allí, no se entiende sin tener en cuenta la opacidad y la ausencia total de control en la que funcionaban las instituciones de menores. Otros exinternos que no coincidieron en el tiempo con F.C.M.F. recordaron los malos tratos y abusos sexuales que sufrieron por parte de otros cuidadores y profesores.

Toni Estela presentó en enero una denuncia en el juzgado contra su presunto abusador. Un acto sin recorrido penal, según coinciden todos los juristas consultados, ya que los delitos estarían ampliamente prescritos. La ley establece que el plazo de prescripción de los delitos sexuales más graves cometidos sobre menores es de quince años a partir de que la víctima cumple dieciocho.

A pesar de ello el juzgado que recibió la denuncia citó al hombre para tomarle declaración a mediados de septiembre. F.C.M.F. negó todas las acusaciones y su abogado insistió en que, aunque fueran ciertos, estarían prescritos. A la salida del juzgado el denunciado se limitó a comentar: "Todo es mentira". Su abogado solicitó la prescripción, pero la primera decisión del juzgado ha sido denegarla, al considerar que la gravedad del caso requiere "una investigación completa".

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