Brecha de género

Desigualdad en la defensa de Europa: los hombres aún mandan en la seguridad

Un informe analiza la gran brecha de género en posiciones de liderazgo de defensa en la UE, la OTAN y los países que los conforman

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en un helicóptero.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en un helicóptero. / EFE/Javier Lizón

Violeta Molina Gallardo

Los hombres aún mandan en la seguridad europea. La presencia de mujeres en los más altos puestos de decisión de Defensa, Migraciones y Fronteras tanto de la UE como de sus países miembros y sus ejércitos dibuja un "escenario sombrío": están infrarrepresentadas y se registran pocos avances en igualdad en los últimos años.

Así lo denuncia el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) en su informe 'Equilibrio de género en el sector de la seguridad', recién publicado con motivo de la celebración la semana próxima de la Cumbre de la OTAN en Vilna.

"A pesar de los compromisos para atajar la desigualdad de género en las posiciones de liderazgo en el sector de la seguridad, los datos muestran que el progreso ha sido limitado y que las mujeres siguen estando extraordinariamente infrarrepresentadas", advierte el EIGE.

Sólo un 26% de ministras

Sólo un 26% de los ministerios de Defensa de la Unión Europea están ocupados por mujeres. Margarita Robles, en España, es una de esas ministras, junto a las de Bélgica, República Checa, Países Bajos, Letonia, Austria y Portugal. Aunque la cifra se ha duplicado en una década, los hombres aún gestionan esta importante cartera en tres de cada cuatro países de la UE. La cifra de mujeres líderes en los ministerios de Migraciones se limita al 24% .

La falta de representación femenina es aún mayor en los ejércitos nacionales. Las mujeres eran en 2020 menos de uno de cada cinco miembros de las fuerzas armadas de los países de la UE que también pertenecen a la OTAN. En diez naciones, constituyen menos del 10%: Bélgica, Estonia, Dinamarca, Luxemburgo, Rumanía, Polonia, Irlanda, Italia, Finlandia y Austria. En España, la cifra registrada es del 13%.

Si se dirige la mirada a los más altos cargos de los ejércitos, la situación es todavía más desequilibrada. Sólo en 3 de los 23 países analizados hay alguna mujer generala. En los puestos medios del escalafón, los porcentajes varían del 2% de Austria y Finlandia al 17% de Hungría, situándose en una media del 9%; mientras que en los rangos inferiores hay una presencia del 15% de mujeres.

La directora del EIGE, Carlien Scheele, indica que el informe detecta un patrón constante: "Cuanto más bajo es el rango, más mujeres ocupan los puestos, mientras que a mayor cargo, menos mujeres llegan a lo más alto".

El informe subraya que son necesarios mayores esfuerzos a nivel nacional e internacional para que los compromisos de una mayor igualdad en defensa sean una realidad tangible.

La defensa europea

También en las instituciones y agencias europeas relacionadas con el ámbito de la seguridad "las mujeres están infrarrepresentadas en los puestos de toma de decisión".

En el Parlamento Europeo, las Comisiones de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) y de Asuntos Exteriores (AFET), en las que se debaten los asuntos relativos a seguridad y defensa, están presididas por hombres y cada una tiene tres vicepresidentes y una vicepresidenta. En la composición de LIBE hay un 51% de parlamentarias mujeres, mientras que en AFET son sólo un 25%.

Las agencias europeas que manejan los asuntos de seguridad y defensa las dirigen en su mayoría hombres -Agencia Europea de Defensa, Agencia de la UE para la Ciberseguridad (ENISA), Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal). Una mujer está al frente de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol).

La situación no es más halagüeña en la OTAN, a juzgar por los datos recopilados por el EIGE. En los puestos de liderazgo, las mujeres sólo llegan al 20%, tanto entre los representantes del Consejo designados por los estados miembros como en las posiciones de responsabilidad en el equipo civil de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Tanto el secretario general como el vicesecretario son hombres.

Vista general de la cumbre de la OTAN en Madrid.

Vista general de la cumbre de la OTAN en Madrid. / EFE/Sergio Pérez

"En este contexto de crisis, es más importante que nunca enfocar los factores que ayudarán a convertir una realidad de infrarrepresentación femenina en el sector de la seguridad en un campo de juego igualitario. Para construir sobre el progreso cosechado e ir más allá y aumentar el equilibrio de géneroe ncluir distintas perspectivas en las posiciones de toma de deicisiones. Esto nos ayudará a construir una Europa más fuerte y resiliente", defiende el instituto.

Misiones de paz

Por último, la participación de las mujeres en los procesos de paz se ha demostrado muy eficaz. Sin embargo, sólo el 11% de las misiones de paz de Naciones Unidas están lideradas por ellas. El número desciende al 7% para las jefas de operaciones sobre el terreno de la OSCE.

"El impacto de las políticas de seguridad no es el mismo para los distintos grupos de personas. Y cuando las necesidades diversas no se tienen en cuenta de forma adecuada, eso lleva al refuerzo de las desigualdades existentes y tiene consecuencias para la paz y la seguridad. Es importante entender que las mujeres y los hombres, las niñas y los niños, viven de distinta forma el conflicto, la inseguridad y las amenazas", explica el EIGE.

Este instituto de la UE hace hincapié en que existe una correlación positiva entre la igualdad de género y la seguridad y la paz en el largo plazo: "Para asegurar la prevención del conflicto, la paz duradera y la resiliencia social, es necesario que las mujeres lideren activamente los procesos junto a los hombres", incide.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en el año 2000 la resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad, en la que urgía a los estados a incrementar la representación femenina en los puestos de responsabilidad de todas las instituciones nacionales, regionales e internacionales, especialmente en los mecanismos para la prevención, gestión y resolución de conflictos. "Más de veinte años más tarde, sin embargo, las mujeres permanecen en los márgenes", lamenta el EIGE.