Jugar al fútbol con Vicks VapoRub: el riesgo de "estar en la pomada"

La costumbre de untarse este popular ungüento se extiende entre los futbolistas | Aplicarlo en la nariz puede ser peligroso

Raphinha, jugador del Barça, se aplica Vicks VapoRub antes de un partido.

Raphinha, jugador del Barça, se aplica Vicks VapoRub antes de un partido.

Rafa López

Rafa López

Si juegas al fútbol y no te pones Vicks VapoRub no estás en la pomada. Los futbolistas de élite, especialmente los del Real Madrid, han puesto de moda este popular ungüento que alivia la tos y la congestión nasal de los resfriados, y que ayudaría a respirar mejor durante la práctica deportiva. Pero puede conllevar riesgos si se abusa de él y no se aplica de la forma indicada.

Hace unas semanas, las imágenes de Modric, Alaba, Camavinga y otros jugadores acercando la camiseta a la nariz en la semifinal de Copa del Rey frente al Barça llevaron a algunos a afirmar en redes sociales que los futbolistas del Real Madrid se dopaban con alguna misteriosa sustancia que les suministraba su preparador físico, el italiano Antonio Pintus. Nada más lejos de la realidad. Lo que algunos se olían que era dopaje no era otra cosa que Vicks VapoRub, una pomada inventada hace más de un siglo (se popularizó en la pandemia de gripe de 1918) y que para nada es una sustancia dopante. Y tampoco es una práctica exclusiva del equipo blanco: el pasado sábado se pudo ver en el túnel de vestuarios del Spotify Camp Nou a Raphinha, jugador del Barça, echar mano del popular frasco azul antes del partido Barcelona-Betis. La costumbre se ha extendido a muchos futbolistas aficionados.

El riesgo de esta práctica estriba precisamente en la utilización que hizo Raphinha de la pomada: además de aplicársela en el pecho, sobre la camiseta, el jugador brasileño la untó en las fosas nasales, algo que el fabricante desaconseja rotundamente. Así lo recuerda la marca en sus redes sociales: “VapoRub solo debe aplicarse en el pecho y la garganta para aliviar la tos, y en los músculos y las articulaciones para dolores y molestias. No debe usarse debajo o dentro de la nariz, ni en la boca, ni ingerirse. Un producto a base de aceite puede llegar a los pulmones si se usa incorrectamente”.

Así es. Como han recordado neumólogos y epidemiólogos, existe evidencia científica de que ponerse aceites, como el VapoRub, en la nariz, puede causar un tipo de neumonía, la neumonía lipoidea exógena. Se trata de una enfermedad rara consistente en la acumulación de lípidos (grasas) en los alvéolos pulmonares. Muchos casos son asintomáticos, pero suele producir tos, disnea, dolor torácico, derrame pleural, fiebre y hemoptisis (expectoración con sangre).

En la literatura científica encontramos al menos dos case reports, reportes científicos de casos clínicos de neumonía lipoidea, uno de Ecuador (2016) y otro de India (2017). Este último, publicado en “Respiratory Medicine Case Reports”, describe el caso de una mujer joven que se aplicó Vicks VapoRub por fuera de la nariz durante más de un año, al acostarse. Presentaba tos, dificultad para respirar y fiebre. Una biopsia transbronquial dio con la causa. Tras dejar de usar el ungüento se recuperó satisfactoriamente.

Estos estudios refieren neumonías tras una aplicación continuada en el tiempo de Vicks VapoRub bajo las fosas nasales o dentro de ellas. “He tenido que intubar niños por neumonía lipoidea –apunta en Twitter la neumóloga pediátrica Michell Martínez–. Recuerdo el caso de una niña menor de un año que terminó con muchas secuelas posteriores (traqueostomía, espasticidad...). No se pongan VapoRub en la nariz”, advierte.

Esta pomada no se debe usar en niños menores de 6 años, para los que existe una fórmula pediátrica, Vicks BabyRub. En España, el frasco de 50 gramos para adultos y niños mayores de 6 años cuesta unos 9 euros, y sus principios activos son mentol, alcanfor, esencia de eucalipto, esencia de trementina y timol. El riesgo si se aplica en la nariz estriba en sus excipientes oleosos, a base de aceite de cedro y vaselina.

Como indica su etiqueta, la función de esta pomada “para uso cutáneo e inhalaciones” es el “alivio sintomático de la tos y la congestión nasal existente en el resfriado y la gripe”. Un estudio de 2009 cuestionó la efectividad de este bálsamo: “Algunos de los ingredientes, principalmente el mentol, engañan al cerebro al hacerle creer que la respiración se hace más fácil debido a una sensación de frescor, que al ser procesada [por el cerebro] indica más flujo de aire. Vicks VapoRub puede hacer que te sientas mejor, pero no puede ayudarte a respirar mejor”, aseguró entonces Bruce K. Rubin, jefe del estudio y miembro del Departamento de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake Forest (EE UU). Esta investigación, realizada con hurones, fue, a su vez, cuestionada.

Otro estudio, publicado en 2016 en “Open Journal of Respiratory Diseases”, confirma el “frescor nasal subjetivo y alivio de la congestión nasal” de Vicks VapoRub, aunque se trata de una investigación financiada por el propio fabricante del producto, Procter & Gamble, y que constata sensaciones subjetivas de alivio, más que una reducción real de la congestión nasal. Además, como admiten sus autores, dado el fuerte olor de la pomada, aroma en el que se basaría su efecto, es muy difícil realizar estudios controlados con placebo.

En definitiva, Vicks VapoRub es un producto farmacéutico ampliamente utilizado y aceptado internacionalmente, pero conviene saber bien cómo utilizarlo correctamente, sus limitaciones y los posibles riesgos derivados de su mal uso.