“Cuando Xandre me propuso venir, quise hacer un guiño a mi ciudad”, explica Isa Belui, directora del Circo de Nadal de Vigo, a pocos minutos de empezar el primer ensayo general global.
Los nervios, si fueran masa recién horneada, se olerían en el recinto, calentito por la calefacción como recuerdo del horno de la Panificadora que se homenajea en la función, (edificio emblemático de la historia de Vigo, abandonado y pendiente de recuperación, donde se cocinó pan de 1924 a 1980).
“Primero, prosigue Belui, teníamos como idea situar la historia en una fábrica de juguetes, pero quise salirme de los clichés y pensé en situarla en una fábrica o edificio que la gente de Vigo y alrededores reconociese”.
Y así, un día hablando con su padre surgió la Panificadora. “Pensé –explica la joven– que una panadería sería un contexto muy navideño para el circo. Entonces, todo encajó porque dos de los artistas ya tienen un espectáculo en el que hacen de panaderos”.
“Cada año queremos hacer un espectáculo completamente distinto. Queremos que la gente se vuelva a sorprender. El tema de este año trata de una panadería en apuros. Es un homenaje a la Panificadora. Como somos el Circo de Vigo intentamos tener algo de nuestra ciudad”, explica el vigués-redondelano Xandre Vázquez, uno de los socios de la empresa junto a Luis Vila que pone en marcha este circo.
“Nosotros somos dos chavales que desde niños queríamos montar un circo mientras nuestros amigos querían ser futbolistas o cosas así de aburridas”, comenta risueño.
El público aterriza en la mayor nevada caída en la ciudad del olivo “que nos recuerda a la de 1963. Todas las autoridades piden que todo lo que haya en la urbe se ponga a disposición del Ayuntamiento. Pero la Panificadora sin sal no puede hacer pan. Ayudados por Madame Belui buscarán la manera de cambiando algún ingrediente seguir trabajando y salvar la empresa”, detalla. El resultado es la invención de una masa muy especial.
Catorce artistas procedentes de Argentina, Brasil, Italia y otras comunidades, unidos a otros propios de la ciudad mostrarán números de cuerda floja, malabares con balón, clown musical, mástil chino (de seis metros de altura), aro aéreo, lanzacuchillos, malabares con los pies y straps. Sobre este último Xandre subraya que “será la primera vez que en España se muestre bajo la carpa de un circo un número de capilar-capilar. Es decir, él porta con el pelo a la chica”.
Ante la pregunta de cómo caza estos números, Xandre Vázquez explica que lo llevan preparando todo un año. “Hay una serie de agencias que te envían vídeos de actuaciones además de las páginas web de los artistas. A mayores, pusimos un anuncio en webs especializadas. Tuvimos más de 300 propuestas”, recuerda.
Los últimos en fichar fueron precisamente los artistas de straps, procedentes de Argentina pero que conocieron por un vídeo de un festival de circo italiano.
Uno de estos creadores es Héctor Carrozzo, de Buenos Aires, quien en el calentamiento de ayer confesaba que hasta llegar a Vigo no conocía nada de esta esquinita del noroeste español.
Carrozzo lleva desde 2005 trabajando en circo y previamente fue gimnasta. “Siempre me gustaron las artes plásticas y visuales, con el circo unifiqué todo esto”, añadió.
A pocos metros, la italiana Ina Gruener –de una localidad italiana junto a los Alpes austriacos– explicaba que junto a Luca muestra un número de dos panaderos italianos que trabajan con la harina y la masa haciendo malabares y manipulación de objetos, así como mástil, bici acrobática, humor y teatro.
“Es la primera vez que trabajamos en un circo. Es una experiencia mágica estar aquí. También trabajamos mucho los personajes”, indicó la joven que empezó formándose en circo a los siete años en una escuela de circo para niños. “Me enamoré, seguí entrenando y nos formamos en la escuela de circo de Madrid para ahora tenerlo como nuestra vida”, señaló.
Quien lo vaya a ver debe tener en cuenta que se ha formado una “familia” que mostrará un show con entradas desde 15 a 30 euros a la venta en entradas.ataquilla.com. Si las consideran caras, han de saber que hay que pagar el trabajo de meses de los artistas, la compra de la carpa. “Echando cuentas entre instalación, montaje... aquí hay más de 400.000 euros”, reconoce Xandre, a los que habría que sumar costes de vestuario, alojamiento, gastos de creación de la función, salarios...
Xandre Vázquez concluye: “Es un espectáculo para toda la familia que nadie se puede perder. Hasta el último detalle está cuidado. El año pasado el comentario más recurrente era: ‘es un circo fino, no recordaba que el circo fuera así’”.
Doce horas de trabajo diario en los días previos
“Trabajamos de nueve a nueve. Son días muy intensos los previos a la inauguración del espectáculo. Es una gran responsabilidad ser el Circo de Nadal de Vigo. Queremos que desde la primera actuación esté perfecto. Desde la tarde de este lunes, hacemos pase tras pase de ensayo, uno por la mañana y otro por la tarde para ver cómo sería la función completa”, explica Xandre Vázquez. La escenografía es de Pipo, un artista argentino afincado en Madrid. “Con Isa Belui trabajó para intentar emular la parte más industrial de la Panificadora, con sus chimeneas, así como la tienda. También hay otro espacio de Madame Belui desde donde ella interviene en determinados momentos del espectáculo”, añade Vázquez.
Este agrega que “intentamos que dé la sensación de teatro, con un espectáculo cuidado con muchísimo cariño y con calefacción. No es un circo al uso, se mezcla con otras artes escénicas y está todo hilado”.
