Aunque la situación en Europa se ha estabilizado, las infecciones por COVID-19 siguen contándose por millones a nivel mundial, lo que significa que la pandemia está muy lejos de terminar. “Debemos permanecer vigilantes y estar preparados para la aparición de nuevas variantes y un posible aumento de los casos el próximo invierno”, advirtió ayer el jefe de la estrategia de vacunas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), Marco Cavalieri, que se marca como prioridad lograr vacunas contra el COVID adaptadas a las nuevas variantes para el mes de septiembre como muy tarde, a tiempo para la próxima campaña de vacunación de otoño/invierno.

“Las vacunas son un pilar central de nuestra respuesta a la pandemia y casi medio millón de vidas de personas de más de 60 años se han salvado gracias a la vacunación”, explicó el responsable de la EMA. La agencia trabaja junto con los laboratorios farmacéuticos en el desarrollo de “vacunas adaptadas” a las posibles nuevas variantes del virus, como Ómicron, que ofrezcan al mismo tiempo una mayor protección a largo plazo que las vacunas disponibles hasta ahora. Según señaló Cavaleri, la “prioridad es asegurar que las vacunas adaptadas sean aprobadas a más tardar en septiembre”, a tiempo para la campaña de inmunización de otoño lo que daría tiempo además a los fabricantes a ajustar su producción. En este proceso, según admitió el responsable de vacunas de la agencia, Pfizer/BioNTech y Moderna, que producen vacunas basadas en el ARN mensajero, llevan la delantera.

Aunque las vacunas están ampliamente disponibles, hasta ahora, sólo el 50% de los europeos están totalmente vacunados con la pauta primaria y el refuerzo mientras que el 15% de los europeos mayores de 18 años no han recibido todavía ni una sola vacuna. “Es importante que las personas que aún no están vacunadas y que no han recibido un refuerzo se vacunen, especialmente si tienen un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave”, recordó.

Según los datos del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), hasta ahora el 75% de la población europea disponible de una dosis, el 72% la pauta completa y solo el 51% ha recibido el refuerzo. A la cola de Europa en porcentajes de vacunación siguen estando Bulgaria, con solo un 30% de la población vacunada con una dosis (10% con refuerzo); Rumanía, donde solo el 42% dispone de la pauta completa y solo el 9% ha recibido el refuerzo; o Eslovaquia, con un 51% de la población con la pauta completa pero solo un 30% de inmunizados con el refuerzo.

“Demasiado pronto” para la cuarta dosis, excepto para los mayores de 80 años

En cuanto a la administración de la cuarta dosis de vacunas de ARN mensajero, o el segundo refuerzo, la EMA insiste en que de momento es “demasiado pronto” para considerar su administración en la población general. Aunque apoya su uso en las personas mayores de 80 años dado el mayor riesgo de COVID-19 grave en este grupo de edad en el que las respuestas inmunitarias pueden ser menores que en los individuos más jóvenes. La prioridad número uno de los responsables sanitarios, en todo caso, “debe seguir siendo cerrar las brechas de vacunación”, insiste el regulador europeo. Durante la rueda de prensa en Bruselas, Marco Cavalieri confirmó también que el regulador europeo ha empezado a evaluar la solicitud de dosis de refuerzo para mayores de 18 años presentada por la farmacéutica AstraZeneca, que podría utilizarse como refuerzo en personas que han recibido otra marca en su pauta inicial. La Agencia Europea del Medicamento también ha empezado a evaluar la solicitud presentada por la empresa estadounidense Moderna para extender el uso de su vacuna anti-COVID a los niños de entre 6 meses y 5 años. Se trata de la primera solicitud que reciben para este grupo de edad. Además, examinan la solicitud de Novavax de ampliar la utilización de su vacuna al grupo de entre 12 y 17 años. Respecto al proceso de autorización de la vacuna rusa Sputnik, el regulador europeo explicó que de momento no ha habido “progresos tangibles”.